UNIDAD 11. EL CONTACTO ENTRE CULTURAS: EUROPA, ASIA Y AMÉRICA.


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CONTENIDOS
 
1.    El contacto con Oriente. 

Europa, occidente, y  Oriente mantuvieron desde la Antigüedad algunos contactos. La Ruta de las Especias, que unía Europa con la India, y la Ruta de la Seda, que unía la lejana China con el Mediterráneo, era ruta comercial más larga del planeta y desde el siglo I a.C., por la que discurrieron con cierta frecuencia no sólo todo tipo de productos, sino también ideas y conocimientos. Esta ruta o red de caminos entre oriente y occidente, tendrá momentos de mayor y menor actividad, pero a partir de 1275 y con la llegada del mercader veneciano Marco Polo, los europeos mostraran un gran interés por las tierras de Asía central y China. 

Ilustración de una caravana en la ruta de la seda en atlas catalán ( h. 1375)

1.1.    China.

Qin Shi Huang , en el año 221 a.C., se proclamó como primer emperador de una China unificada e iniciando una nueva dinastía: la dinastía Qin.

El primer emperador no sólo realizó una unión política de los distintos renios que conformaban China, sino que también unificó la moneda, los pesos y medidas, los caracteres escritos, el ancho de los caminos y numerosas leyes más. Construyó enormes palacios en Xianyang para convertir a sus antiguos enemigos en cortesanos, y unificó los fragmentos de muralla construidos durante los siglos anteriores en la Gran Muralla. Desde que subió al poder inició la construcción de su mausoleo, una parte del mismo, los famosos Caballos y Guerreros de Terracota, ha sido descubierta recientemente. Su crueldad y los numerosos trabajos que impuso al pueblo sembraron el descontento, y tras su muerte, los rebeldes aprovecharon el reinado de un débil hijo, para acabar con la dinastía Qin, y arrasar su capital Xianyang. Su nombre Qin (en chino suena “chin”) dará nombre al país: China. 

Guerreros de Terracota. Mausoleo del emperador Quin. Xian (China)

Liu Bang estableció la nueva dinastía. La dinastía Han. China prosperó con rapidez. En medio de un largo periodo de paz la agricultura, la industria y el comercio florecieron. Durante el largo reinado del emperador Wu Di el imperio chino se extendió en todas direcciones. El general Zhang Qian fue enviado a las regiones del Oeste a buscar los tan necesarios caballos para las continuas guerras contra los hunos, a su vuelta se inauguró la Ruta de la Seda. Las sedas chinas se vendían bien en esas tierras, de las que llegaban productos hasta entonces desconocidos. Se envían expediciones a conquistar los reinos situados en el extremo sur del país, consiguiendo a veces un dominio meramente nominal, y se hace frente mediante largas y costosas guerras a los hunos situados más allá de la muralla. La dinastía Han ensalza el pensamiento de la escuela confuciana, y comienza a dar forma al entramado de funcionarios que regirá China durante siglos. Se inventa el papel, lo que ayuda a promover la educación, el sismógrafo y numerosas técnicas nuevas que revolucionan el país. Pero los ideales que contribuyeron a levantar la dinastía van desapareciendo, los excesivos gastos de las campañas militares de Wu Di afectan a toda la población. El disgusto de la pueblo va en aumento, surgen revoluciones en diferentes puntos del país. El régimen se desmorona. Un cortesano, Wang Mang, aprovecha la incertidumbre para crear una dinastía de corta vida, las rebeliones de los Leñadores Verdes y las Cejas Rojas obligan a trasladar la capital desde Xi'an a Louyang en el año 25. Es entonces cuando se establece la llamada dinastía Han del Este, que a pesar de su relación nominal con la que le precedió, nunca consiguió aglutinar a la población bajo su liderazgo, gobernando con la inercia de sus primeros emperadores hasta que la rebelión de los Turbantes Amarillos y el protagonismo de los militares que debían sofocarla, acaben por poner fin a la dinastía.

Ruta de la seda (línea continua) y Ruta de las especias (línea discontunua)

Tres Reinos: Wei, Shu y Wu. Son el resultado de la división de China tras la caída de la dinastía Han y las luchas que se extienden por el país. Se unifica brevemente bajo los Jin del Este, para ser desmembrada de nuevo en numerosas dinastías de breve reinado. Destaca en esta época la dinastía Wei del Norte (386-534), fundada por los Tuoba, un pueblo de la familia de los Hunos, que desde sus capitales, primero en Datong y luego en Luoyang, dan un gran impulso al establecimiento del budismo en China, iniciándose la construcción de las majestuosas cuevas que nos han llegado hasta el presente: Yunggan, Longmen, Mogao. En el año 581, Yang Jian, primer ministro del último emperador de los Zhou del Norte toma el poder, y tras derrotar a las dinastías del Sur unifica China de nuevo, estableciendo la dinastía Sui. De nuevo se repite la historia de la dinastía Qin. Si la primera construyó la Gran Muralla y una impresionante red de carreteras que atravesaban el país, la dinastía Sui construyó el Gran Canal, otra de las obras ciclópeas de China. El pueblo se empobreció con los impuestos para financiar las grandes obras y la Guerra contra Corea, de tal forma que durante el reinado del segundo emperador de esta dinastía, se desencadenaron una sucesión de guerras campesinas que sólo finalizarán con la toma del poder por Li Yuan, en el año 618, que funda la dinastía Tang, con capital en Xi'an.

La dinastía Tang (618-907) lleva a la cultura china a su máximo esplendor. El emperador reparte tierras entre los campesinos. Se roturan nuevas regiones hasta entonces no utilizadas. Las artes se desarrollan bajo el patrocinio de la corte imperial. Leyes favorables al bienestar del pueblo dan un periodo de paz, la población crece, el budismo se extiende por China, el comercio con los países cercanos se multiplica. La poesía florece como no lo había hecho nunca. La Ruta de la Seda es una gran autopista por la que llegan nuevas ideas y nuevos pensamientos. La influencia de los Tang alcanza al Centro de Asia. Desde Corea y Japón vienen a China monjes y estudiantes fascinados por la grandeza del imperio. Los emperadores prohíben a las autoridades locales cualquier abuso sobre los extranjeros. Volverán a su país como embajadores de la cultura china, con las ciencias, las costumbres, los artes y la religión de China.

Emperador Xuanzong (dinastía Tang) vistiendo la túnica y el sombrero de erudito

De hecho, se puede considerar que las sangrientas rebeliones de An Lushan y Shi Siming, en el siglo VIII, son el punto de inflexión de esta dinastía, pues aunque acabaron siendo sofocadas por las tropas imperiales, supusieron la intervención activa de los guerreros uygures en defensa de los emperadores. Los privilegios de estos uygures, la creciente militarización de una sociedad que dependía del poder de poderosos generales para mantener una cierta paz, y la corrupción e injusticia que se instalan en la administración, crean resentimientos por todo el país. Nuevos levantamientos acaban con la dinastía Tang en el año 907. Le sigue un periodo de guerras y desordenes que dura 50 años, conocido en la historia china como: Las Cinco Dinastías y los Diez Reinos (907-960). 

Emperador Taizu (dinastía Song)

La dinastía Song (960-1279), unifica de nuevo el país. Pero hostigada por los pueblos nómadas que se han hecho fuertes en el Norte de China, sólo puede mantener la paz aceptando tratados humillantes por los que anualmente debe pagarles cantidades enormes de dinero. Es interesante destacar que, posiblemente escarmentados por la desintegración del régimen Tang a manos de sus grandes generales, durante la dinastía Song se promueve la sociedad civil. No obstante, las presiones sobre los campesinos para poder pagar su tributo a los reinos del Norte renueva la tensión entre ellos. Los levantamientos son frecuentes. El protagonizado por Song Jiang en Liangshanbo, será inmortalizado por la novela "A la orilla del agua". Los Song acaban por ser expulsados del Norte de China, trasladando su capital a Hangzhou, separada por tierras pantanosas de ese río Yangtze considerado la frontera con los nómadas. En Hangzhou, la dinastía Song del Sur crea un régimen tremendamente moderno, por primera vez los ingresos de los impuestos al comercio superan a los impuestos agrícolas, las crecientes desigualdades sociales obligan a diseñar un embrionario sistema de atención social. En la ciudad, situada a la orilla del bellísimo Lago del Oeste, florecerán las artes y las letras hasta que la dinastía Yuan, de los mongoles, conquiste China. 

Retratro de Gengish Khan

Gengish Khan, elegido jefe de todas las tribus mongolas en el año 1206 provoca un movimiento militar que en unos años convertirá a su pueblo en el dueño de un imperio que se extendía desde Europa Oriental hasta Vietnam. Las pequeñas dinastías que gobernaban el Norte de China no fueron oposición para los mongoles, que a primeros del siglo XIII ya controlaban la mitad del país. Paradójicamente esos Song que despreciaban a los grandes militares (el famoso general Yue Fei fue ajusticiado en la cumbre de su carrera), fueron el único estado de Asia y Europa, capaz de frenar a los mongoles. Su tecnología bélica, que dotaba a sus ejércitos con rudimentarias ametralladoras y lanzallamas, y su capacidad de construir defensas inexpugnables para la época, les permitieron resistir al avance mongol durante más de 50 años, hasta que Kubilai, el nieto de Gengish Khan, gracias a una combinación de factores militares y sociales, acaba con los últimos generales y establece la dinastía Yuan (1271-1368) con capital en Beijing. Los mongoles diseñan una sociedad étnicamente estratificada: arriba los mongoles, en segundo término otros pueblos aliados de la estepa, bajo ellos los chinos del Norte y al fondo de la escala social los chinos del Sur. La injusta situación no dio gran estabilidad a la dinastía, y en cuanto el poder militar de los mongoles fue decreciendo, las revueltas se hicieron más peligrosas. En 1351 se da el levantamiento llamado de los Turbantes Rojos, por el color de las telas con que se cubrían la cabeza los sublevados. Una nueva rebelión en la región de Nanjing pondrá fin a la dinastía. Fue durante la dinastía Yuan que dos de los primeros viajeros de Occidente, Marco Polo e Ibn Battutah, conocieron China, quedando ambos profundamente impresionados por lo que vieron.

La inestabilidad en el Norte durante los últimos siglos había trasladado el centro económico de China, desde el valle del río Amarillo al del Yangtze, a cuyas orillas Nanjing, Suzhou y Hangzhou, poco más al Sur eran florecientes centros económicos. Los mongoles habían reparado el Gran Canal, haciéndole llegar hasta Beijing para poder recibir los productos del Sur. Cuando Zhu Yuanzhang tomó el poder en 1368 y fundó la dinastía Ming (1368-1644) estableció su capital en Nanjing, un claro reflejo de la realidad china. El tercer emperador de la dinastía, Chengzu, sin embargo trasladó la capital a Beijing, posiblemente huyendo de las luchas dinásticas. Esto será fatal al final de la dinastía, cuando el derrocamiento de los Ming por los campesinos ponga al alcance de los manchúes una desarmada capital del imperio.

Retrato del emperador Yongle, dinastía Ming (1402-1424)

Durante la dinastía Ming los contactos con el exterior se multiplican. En el siglo XIV, Zheng He, el más famoso navegante comanda siete flotas de numerosos navíos y miles de hombres, recorriendo los archipiélagos del Sudeste Asiático, la India, Persia, incluso Africa y Australia fueron escalas de sus viajes. Poco después de los viajes de Zheng He, los primeros navegantes portugueses hacían su aparición en las costas chinas. Pronto la presencia de misioneros y comerciantes se haría familiar en las ciudades costeras. Los emperadores Ming no veían con buenos ojos los deseos misioneros de penetrar al interior del país, el propio Francisco Jasso Azplicueta (el jesuita Francisco Javier), uno de los más ardientes adalides de esta tarea, moría frente a las costas de China en 1552. Otro español, el agustino Martín de Rada, estuvo en Fujian en el año 1575, en sus detalladas descripciones se basó el Padre Mendoza, de la misma orden para escribir en 1588 su Historia de China, durante muchos años la obra más importante publicada en Europa sobre el imperio celeste. La llegada del jesuita italiano Mateo Ricci a Beijing, donde consiguió convertir a algunos príncipes y eunucos, facilitó la penetración de los misioneros. Pero la dinastía Ming estaba ya en sus peores momentos. Al gobierno despótico de los últimos emperadores se sumó una participación cada vez mayor de los eunucos en las intrigas de la corte, y un levantamiento popular acabó con ellos en el año 1644.

Brújula de 24 puntos usada por Zheng He durante sus exploraciones.

La cultura china en la Edad Meda era bastante más avanzada que la europea. Conocían la pólvora, la brújula, el astrolabio, el papel moneda, la imprenta, la tinta, la porcelana, los fideos, los exámenes, etc. Todos estos inventos llegaron a Europa gracias a los contactos que se produjeron a través de las rutas comerciales. 

1.2.    Japón.

Probablemente, los primeros pobladores de Japón fueron pescadores, cazadores y recolectores. 11.000 años a.C. esos pobladores ya desarrollaban un tipo de alfarería llamada ‘Jōmon’ que se considera como la más antigua del mundo. Más adelante, la cultura ‘Yayoi’ empezó a utilizar herramientas de madera y metal y cultivaba arroz.

Estatuilla del periodo Jōmon final.

Las primeras influencias de China llegaron en el siglo III. Quizás lo más destacado fue la escritura que aún sigue utilizándose junto con otros caracteres propios de Japón que se crearían siglos más tarde.

El gran Buda en Nara (año 752)

También desde China llegó el budismo a mediados del siglo VI que se encontró con la religión tradicional nativa de las islas, el sintoísmo. Esta religión se basa en la adoración de los espíritus de la naturaleza y veneración a los antepasados. De todas formas, la posible rivalidad entre una religión y otra se diluyó en un sincretismo bastante particular ya que los espíritus sintoístas se presentaron como manifestaciones de Buda. Este budismo especial pasó a ser la religión oficial de la zona.

De todas formas, hasta el siglo VIII no se creó un auténtico estado japonés cuya primera capital fue Nara. Allí vivía el Emperador, descendiente de los Dioses según la creencia popular. La organización del estado estaba muy centralizada. Este sistema funcionó en las regiones más cercanas a Nara pero en las zonas más alejadas de la capital el sistema fracasó y llevó a un colapso de la administración pública y a diversas luchas por la propiedad. Las clases más ricas veían peligrar sus propiedades y encomendaron su seguridad a guerreros profesionales dando origen a los samuráis.

Nakatomi no Kamatari, personaje decisivo en el período Hakuhō al colaborar con el fin del clan Soga para la creación de las Reformas Taika y del Código Ōmi. Por su labor recibió el apellido Fujiwara.

Esas luchas en las regiones, algunas guerras entre clanes y la rápida imposición de tradiciones foráneas hicieron que en el año 794 la corte del Emperador trasladara la capital a Heian-kyō (actual Kyoto), donde se empezó a gestar una cultura de artes muy sofisticada entre la aristocracia. La organización del estado pasó a ser claramente feudal. El Emperador simbolizaba el poder divino pero el poder militar y político lo ejercían clanes de guerreros samuráis que empezaron a reclamar la autonomía de las provincias. Se sucedieron diversos siglos de alternancia de revueltas, disputas y guerras entre distintos clanes y familias con otras etapas de paz. Los diferentes clanes se iban alternando el poder hasta que en el año 1.185 la familia Minamoto estableció su dinastía como ‘Shogun’ (líder militar o generalísimo) y se inició un periodo marcado por la ideología militar y el budismo zen que duraría varios siglos.

Un samurái es atacado por diversos arqueros y explosivos lanzados desde catapultas durante las invasiones de los mongoles a Japón.

Durante ese mismo periodo, los ejércitos mongoles llevaron a cabo alguno de los pocos intentos de invasión de Japón de la historia. Cuando las tropas mongolas alcanzaban la costa nipona con más de 4.000 barcos un tifón llegó en el momento justo y destruyó todas las naves que venían a invadir Japón. Las tropas japonesas atribuyeron este tifón a los dioses que protegían su país y lo llamaron ‘Kami Kaze’, literalmente ‘viento de los dioses’.

En 1.598 el nuevo Shogun Tokugawa decidió gobernar desde su castillo situado en Edo que, hasta ese momento, había sido un pequeño pueblo pesquero sin importancia. La capital del país se trasladó a Edo y ya no se volvería a mover hasta nuestros días. Ese pequeño poblado se convertiría con el paso de los siglos en Tokyo ‘capital del este’.

Grupo de Nanban portugueses. Biombo de Kano Domi (finales del siglo XVI).

Las primeras relaciones de Japón con Europa empezaron en el  siglo XV y XVI con la llegada de mercaderes portugueses, holandeses, ingleses y españoles. En 1.549 Francisco Jasso Azpilicueta (Francisco Javier), un misionero jesuita español, desembarcó al sur de Japón e inició la introducción del cristianismo. La nueva religión comenzó a convivir con el sintoísmo y el budismo sin aparentes problemas pero a comienzos del siglo XVII el Shogun empezó a sospechar de las misiones cristianas como la avanzadilla de una posible conquista militar del país por fuerzas europeas. Así, en 1.639 el Shogun decidió expulsar a los misioneros, prohibir el cristianismo y cerrar las fronteras del país a todos los extranjeros y también a los propios japoneses que tendrían prohibida la salida del país. A partir de ese momento, muchos exploradores españoles y portugueses fueron condenados a muerte al pisar suelo nipón. Comenzaba un periodo de más de 229 años de aislamiento total en el que Japón no recibió influencias ni avances tecnológicos del exterior.

De esta forma, cuando Europa y Estados Unidos ya estaban en plena revolución industrial y sus habitantes viajaban en trenes, el nivel de la tecnología japonesa estaba en la rueda y el burro y continuaba siendo un país feudal dirigido por samuráis y por un Emperador de ascendencia divina. 

Samurái del periodo Edo con armadura completa. Destaca su arma, un kanabō.

2.    América antes de los europeos. 

Cuando Colón llega a las nuevas tierras se encuentra con que ya están pobladas. Allí había tres grandes imperios: azteca, maya e inca. Esto no le sorprende, ya que él cree haber llegado a la India y, por eso, a los nuevos territorios los llama las Indias e indios a sus habitantes. A estas culturas indígenas se las conoce también como precolombinas, es decir, anteriores a la llegada de Colón. Todos los habitantes utilizaban la piedra como material básico, y aunque vivían de la agricultura y la ganadería, no conocían la rueda ni tenían animales de tiro. 


Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica, social y política. Algunos habían desarrollado sociedades urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y recolectores. Los aztecas y mayas, en la región mesoamericana, y los Incas, en la andina, desarrollaron sociedades urbanas. En estas sociedades, la construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el crecimiento constante de la producción agrícola y de la población. Se habían desarrollado las ciudades y la organización social estaba fuertemente jerarquizada.

Entre los aztecas y los Incas, como entre los mayas, los guerreros y los sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno. La mayoría de la población, compuesta por campesinos y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos de trabajo. Estas sociedad estaban organizadas y gobernadas por fuertes Estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía en los sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado como un dios . Por esto, las primeras ciudades se organizaron alrededor del centro ceremonial o templo. Los tempos eran edificios que tenían funciones religiosas y también económicas, dado que almacenaban y distribuían los productos tributados por los campesinos. 

2.1.    La cultura azteca. 

Los aztecas fueron un pueblo que dominó el centro y el sur del actual México, en Mesoamérica, desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que es famoso por haber establecido un vasto imperio altamente organizado, destruido por los conquistadores españoles y sus aliados mexicanos.

Primera página del códice Mendoza, donde se muestra la alegoría fundacional de México-Tenochtitlan.

La capital y centro de su cultura estaba en Tenochtitlan, fundada en 1325 sobre un islote en medio de un lago. Esta ciudad en su mejor momento llegó a tener cerca de 200.000 habiantes.

La sociedad azteca estaba muy  jerarquizada. En la cúspide de la pirámide social se encontraba el gobernante azteca o tlatoani, que poseía un poder limitado pero que abarcaba  a todas las cosas y todas las personas. Junto a él, los guerreros y sacerdotes formaban el grupo social de mayor poder. Los guerreros eran el principal apoyo del emperador y permitió la creación de un imperio muy poderoso pero aislado políticamente.

Apenas había grupos sociales intermedios. Si acaso los comerciantes enriquecidos de la capital, que consiguieron ascender intercambiando sus riquezas por prestigio en las fiestas que organizaban y ofreciendo algunos de sus esclavos como víctimas de sacrificios rituales.

Escultura azteca de un hombre sosteniendo un fruto del árbol del cacao.

La mayor parte de la población estaba compuesta por artesanos, agricultores, etc. que se organizaban en grupos de parentesco y finalmente, los esclavos que se usaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el servicio doméstico. Algunos eran esclavos temporalmente, hasta que pagaran una deuda o la condena

La economía azteca era de base agrícola muy productiva. Cultivaban parcelas de tierra situadas en los lagos (chianampas) y protegidas mediante empalizadas, de esta manera, obtenían hasta tres cosechas anuales gracias a la humedad constante y los nutrientes del lago. Cultivaban maíz, tabaco, chiles, fruta, etc. Comerciaban con otros pueblos y recibían tributos de aquellos a los que sometían. Utilizaban la semilla del cacao como moneda.

La educación era obligatoria y reservada a los hombres. La enseñanza de la religión era muy importante, pero también se aprendía escritura, lectura,  astronomía, historia y música.

Chac Mool encontrado en las ruinas del Templo Mayor.

Las chicas eran educadas por sus madres en casa para realizar las tareas del hogar. Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli o “casa de los mancebos” y donde se educaba a los jóvenes a partir de los 15 años para la guerra y servir a su comunidad;  y el calmecac o especie de internado, donde los hijos de los nobles se les formaba para ser sacerdotes, guerrero, jueces, gobernantes, etc. En el primero se estudiaba en la escuela pero se iba a dormir a casa; el segundo era un internado prácticamente reservado a los nobles.

Piedra del Sol. Se trata de una representación profusa del dios Tonatiuh, a quien se vincula con el Quinto Sol. El nombre de calendario le fue adherido por la representación de los glifos de los días que rodean la cara de Tonatiuh.

Los aztecas tenían un sistema de creencias complejo y eran politeístas. Creían que  el mundo fue creado y destruido cuatro veces antes de su creación definitiva por parte de los dioses, cosa que hicieron separando la tierra del cielo. El dios Quetzalcóatl creó a los hombres y las plantas que los alimentan.

Los aztecas hablaban una lengua llamada náhuatl. 

Detalle de la página 11 del Códice Borbónico

La escritura mezclaba pictogramas, ideogramas y signos fonéticos. En sus escritos quedan reflejados múltiples aspectos de su vida: historia, geografía, economía, religión, etc. Los poemas de los aztecas podían ser recitados o cantados al ritmo de los tambores y trompetas. Algunas veces incluían palabras que no tenían ningún significado y qué sólo servían para marcar ritmo. Con frecuencia, estos poemas, eran dedicados a los dioses, pero también trataban de otros temas como la amistad, la guerra, el amor y la vida.

Detalle de la Pirámide de Quetzalcoatl en Teotihuacán

De la arquitectura azteca sólo se conoce por los restos que han sobrevivido a las destrucciones efectuadas durante la conquista española. Las edificaciones más características son los templos de estructura piramidal.

Fueron hábiles escultores, realizaban esculturas de todos los tamaños, diminutas y colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. En las esculturas de gran tamaño solían representar a los dioses y reyes, las de pequeño tamaño se reservaban para la representación de animales y objetos comunes. Usaban la piedra y la madera y, en ocasiones se enriquecían con policromía o incrustaciones de piedras preciosas.

Coatlicue, la madre de los dioses aztecas. (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México).

El color es fundamental en la pintura. Se trata de un color plano, sin matices ni sombras y, posiblemente, con connotaciones simbólicas. Aparece ligada a la arquitectura, decorando los edificios.

Fueron grandes orfebres y apreciaban especialmente los adornos hechos con plumas. 

Máscara de Xiuhtecuhtli. Mosaico de turquesa y otros materiales. Cultura Mixteca-Azteca, 1400-1521 d. C. Representación de Xiuhtecuhtli (dios del fuego de México central también llamado Señor Turquesa). British Museum, Londres

2.2.    La cultura maya.  

Los mayas se asentaron por el sur de México (península del Yucatán), Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador, entre los siglos III y XV. Sus descendientes continúan viviendo en la actualidad en estos territorios.

El Templo de Kukulcán en la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Los mayas no constituyeron un estado unificado, sino que se organizaron en varias ciudades-estado independientes que controlaban un territorio más o menos amplio. Algunas de sus ciudades importantes como Tikal o Palenque, en el siglo VIII fueron abandonadas o destruidas, sin que hoy día se conozcan con certeza las causas que lo motivaron.

El Palacio, Palenque (zona arqueológica)

Su economía se basaba en la práctica de la agricultura y sus principales cultivos eran: el maíz, los frijoles (judías o alubias), el tomate, el cacao, la calabaza, etc. El sistema de cultivo se basaba en la técnica de la quema y tala de la selva. Criaron perros, patos y faisanes. También practicaron el comercio a larga distancia.

La sociedad maya estaba constituida por los sacerdotes y los nobles que residían en la ciudad, los campesinos vivían en las zonas rurales cerca de las ciudades y por los esclavos que trabajaban para los campesinos y en la construcción de las pirámides-templo.

Bajorrelieve maya, Museo Palenque

Los mayas creían que antes de existir nuestro mundo habían existido otros, pero que estos habían sido destruidos por diferentes catástrofes naturales. Pensaban que el universo tenía tres partes: el cielo, la tierra y el inframundo. Cada aspecto o actividad de la vida cotidiana estaba regida por una divinidad distinta. Su religión giraba en torno al cultivo del maíz, el alimento principal, y hacían sacrificios humanos a los dioses para asegurar su crecimiento y proteger las cosechas. El panteón de dioses mayas era numeroso, pero entre los más importantes estaban Chaac o dios de la lluvia y Kukulkán o dios del viento.

La base de su alimentación era el maíz, que incluso les sirvió para hacer bebidas. Otros alimentos importantes fueron los derivados del cacao (con sus semillas y con agua obtenían el chocolate), la chaya (planta similar a la ortiga), la sal (que la obtenían mediante la desecación del agua de mar), la calabaza (de la cual consumían sus frutos y semillas). Bebían agua, balché (que era una bebida alcohólica que se usaba en las ceremonias) y sakab (que se elaboraba con maíz y se endulzaba con miel).

Máscara maya correspondiente al periodo posclásico, encontrada en Placeres, Campeche y expuesta en el Museo Nacional de Antropología e Historia de México.

La arquitectura maya se desarrolló gracias a que tenían importantes conocimientos técnicos (falso arco o bóveda maya, por ejemplo).  Para sus edificaciones utilizaron como materiales de construcción la madera y la piedra básicamente. Entre las maderas prefirieron la de coba y el zapote, por ser muy resistentes a los ataques de las termitas. Entre las piedras que se usaron estaban: la caliza, la arenisca, el mármol, etc. Levantaron un variado repertorio de edificaciones: plataformas ceremoniales, palacios rectangulares y alargados, pirámides, templos, observatorios astronómicos, baños de vapor, etc. Tal vez, la construcción más relevante sean las importantes y colosales pirámides escalonadas en piedra y en cuyo alto se colocaba el templo.

La serpiente de los mayas desciende las escalinatas del Templo de Kukulkán durante el equinoccio de primavera en la zona arqueológica de Chinchén Itza

Empleaban el bajorrelieve y la pintura como elementos decorativos para sus edificios. También tallaron estelas con valor simbólico y astronómico.

Practicaban un tipo de juego-religioso (“juego de la pelota”) que representaba el movimiento del sol y los astros por la bóveda celeste.

Meta del Juego de Pelota, Chichén Itzá.

Los mayas desarrollaron el sistema de escritura más completo y complejo de todos los pueblos indígenas americanos (logogramas y silábico).Con él escribieron todo tipo de textos. Se conservan todavía algunas escrituras.

En las matemáticas utilizaban un sistema de numeración posicional de base 20, conocieron y usaron el número cero (dos mil años antes que en Europa) y realizaron cálculos muy precisos, que junto con sus amplios conocimientos en astronomía, les permitió desarrollar un calendario muy complejo

Fragmento del Códice Madrid

2.3.    La cultura inca. 

El Imperio Inca fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas. Además, de todas ellas, fue la más organizada y dinámica política, económica y socialmente hablando. Su dominio abarcaba buena parte de la región andina, desde el norte del actual Ecuador, pasando por Perú, Bolivia y el norte de Chile y Argentina.


Surge a principios del siglo XIII en la cuenca de Cuzco (actual Perú) y se expande por la costa del Pacífico y cordillera de los Andes, hasta formar un vasto territorio interconectado por una compleja red de caminos. Terminó entre 1530 y 1540 a manos de los conquistares españoles.

El primer Inca: Manco Cápac.

El pueblo inca estaba gobernado por  un monarca de carácter teocrático y hereditario, al que conocían por el título de Inca, concentraba todos los poderes del imperio y era considerado hijo del sol. El Inca gobernaba junto con sus familiares más cercanos, especie de virreyes, sobre todo su imperio al que llamaban Tawantinsuyu y que en idioma quechua significa “las cuatro partes” o  regiones en las que estaba dividido el territorio.

Por debajo del Inca y su familia, estaba la nobleza y los sacerdotes, además del pueblo llano, que cultivaba la tierra y pagaba los tributos. Cada cierto tiempo, el pueblo trabajaba para el Estado, según un sistema llamado mita.

Andenes en el Valle Sagrado de los Incas.

La base de la economía fue la agricultura de la patata y del maíz. Las tierras eran comunales y se entregaban parcelas a cada familia para ser cultivadas. De ellas, distinguían las tierras del sol o aquellas de las que su producto era destinado como ofrendas a los dioses y manutención de la clase sacerdotal; las tierras del Inca o del Estado, destinadas a proporcionar alimento al Inca, su familia, la nobleza y los funcionarios, y finalmente las tierras del pueblo, destinadas a la producción del sustento del resto de la población. Las familias más numerosas, recibían mayor cantidad de tierras. Los Incas no sólo cultivaron los terrenos planos o semi inclinados, si no que usaron un sistema ingenioso para cultivar las laderas de las montañas, esta técnica consistía en formar terrazas, denominadas “andenes”, una especie de módulos o recintos en piedra y que posteriormente, rellenaban con tierra vegetal. Para mantener tal cantidad de tierras sembradas, el pueblo inca, desarrollo un importante sistema hidráulico: muchos de los canales de regadío de algunas zonas, hoy día, continúan funcionando.

Existía una obligación entre la población circundante de dar mantenimiento a la infraestructura vial del imperio. En la foto, pobladores en el ritual de renovación del Puente Q'eswachaca, ritual que se mantiene desde la época incaica hasta la actualidad.

La base de la alimentación de los incas fue la patata y el maíz. En las zonas altas de los Andes, se cultivaron y cosecharon hasta doscientas variedades distintas de patatas, que se diferenciaban por el color y el tamaño. Para evitar su descomposición y poder almacenarlas durante mucho tiempo, aprendieron a desecarlas, para rehidratarlas en el momento de su consumo. Domesticaron  llamas, alpacas, vicuñas y guanacos, de las que obtenían carne, lana, cuero e incluso, sus excrementos eran utilizados como combustible o abono.

Olla incaica con decoración de planta del maíz

Los incas fueron politeístas y la mayoría de sus dioses representaban elementos de la naturaleza, cada uno de ellos tuvo atributos particulares. La religión estaba presente en cada ámbito de sus vidas. El culto y la religión envolvieron cada una de las festividades las cuales estuvieron a cargo de los sacerdotes, el más importante era el Huillac Umu.

Momias incas

Se utilizaron una diversidad de productos rituales como el maíz, la ropa fina (de cumbi), la hoja de coca y la concha marina llamada mullu (spondylus). Durante el año los incas celebraban diversas festividades, que generalmente correspondían a una etapa en las actividades agrícolas y los cambios climáticos.

Tumis o cuchillo ceremonial de oro

En la religión incaica se le atribuye el origen del mundo y según los mitos, al dios Viracocha que había salido del lago Titicaca e inmediatamente había hecho aparecer el Sol y la Luna y había dispuesto que iluminaran el mundo de día y de noche.

El sol era conocido como Inti o Punchao y era considerado como el padre de los incas. Es un dios fertilizador que fue conocido en los Andes antes de los incas pero con ellos logró convertirse en una divinidad principal.

La Luna o Mama Quilla era la contraparte femenina del Sol y se la consideraba su esposa. Su culto, anterior al imperio incaico, se relacionó desde un principio con la fertilidad y la veneración a los muertos. 

Figuras humanas de oro

Pachamama o Madre Tierra fue la divinidad relacionada con la agricultura y los recursos proporcionados por la tierra. Teniendo en cuenta la importancia de la actividad agrícola en los Andes, se puede entender la extensión y fuerza que tuvo el culto a esta divinidad. 

Pachacámac era considerado como una versión de Viracocha, fue la divinidad más importante de la costa central. Se creía que a través de los movimientos telúricos, daba vida a la tierra, además, se le atribuyo la capacidad de otorgar alimentos.

Culto a la Pachamama en la actualidad

La palabra huaca definía todo lo que era sagrado y correspondía tanto a dioses como a sus santuarios, representaciones, lugares y objetos de culto, así como a algunas personas. En este vasto mundo religioso, también se consideró sagradas a las conopas o madres de los alimentos, las pacarinas o lugares donde se pensaba que habían salido los hombres, las momias de los antepasados o malquis y los apus o espíritus de las montañas.

Machu Picchu (zona arqueológica). Perú

Especial lugar tenían los apus o espíritus de las montañas en el panteón de divinidades incas. Este carácter divino conferido a los apus se sustentaba en la creencia que los cerros y montañas eran generadores de hombres y de pueblos. Por ello, fueron tratados como personajes que tenían nombres y que a pesar de su calidad divina se alimentaban, sentían, hablaban y sufrían. Cuando estaban contentos, eran seres benefactores y generosos; en cambio cuando eran ofendidos, podían ser castigadores. La importancia de las montañas se deriva de su relación con la generación de agua. De las montañas nacen miles de ríos y manantiales que proporcionan el agua. En una sociedad netamente agrícola, el agua constituyo un elemento esencial para la vida; por ello, esta siempre estuvo ligada a los apus. Aún hoy en muchos pueblos de los Andes se mantiene esta creencia y se realizan rituales y ofrendas a los apus, combinadas con la religión católica. 

Fortaleza de Sacsayhuamán.

La arquitectura Inca se caracterizaba por la sencillez de sus formas, su solidez, su simetría y por buscar que sus construcciones armonicen el paisaje. La piedra fue el material básico empleado en la construcción. Se supone que los altos muros de sus edificios fueron levantados con rampas o terraplenes, para transportar grandes bloques de piedra sobre rodillos de madera. Estas piedras se encajaban unas con otras, tallándolas para que sus caras encajen perfectamente. En las construcciones de mayor importancia la piedra fue trabajada de forma magistral, no así en las viviendas y corrales. Los diversos tipos de unidades arquitectónicas, de acuerdo con las características identificadas, fueron los ushnus (edificios piramidales truncadass), las callancas (grandes edificios para usos diversos), las collcas (almacenes), los tambos (lugares de aprovisionamiento en los caminos). Una característica singular de la arquitectura incaica es la forma trapezoidal de las puertas, hornacinas y ventanas.

El recinto curvo del Templo del Sol o Torreón, Machu Picchu. Perú

En el arte inca se utilizaron diseños geométricos y simétricos de representaciones estilizadas de animales y humanos. El estado inca dirigió la producción artística, que principalmente fue orientada al consumo de las élites y al culto. Es importante destacar que el arte inca recibió la influencia de muchos elementos de las culturas que conquistaron.

Aríbalo incaico

La cerámica  suele estar decorada con figuras geométricas en tonos sepias, rojos, blancos y marrones, presenta formas muy variadas, entre las que destaca el urpu o aríbalo que era una vasija con motivos de insectos como libélulas y mariposas otra cerámica que destaco fue el quero o vaso ceremonial. Las piezas hechas serie fueron utilizadas por el pueblo, mientras que la cerámica de connotación religiosa fue trabajada a mano y presento acabados muy meticulosos.

Unku o poncho incaico. Representación con más de 150 diseños geométricos o tocapus.

Uno de los elementos más apreciados por los incas fue el tejido, que se confeccionaba a gran escala a lo largo de todo el Tahuantinsuyo.  Además de la función doméstica, los textiles tuvieron una función social y religiosa. El cumbi sirvió para confeccionar la ropa del inca; y la abasca, producto casero de enorme calidad, se empleaba para ofrendas religiosas. Los insumos que se utilizaron fueron el algodón y la lana de llama y alpaca. El unku o vestido tradicional Inca con frecuencia esta bordado con motivos geométricos y colores vivos.

Vaso de oro con incrutaciones de turquesas

Los incas elaboraron finos trabajos de oro y plata, estos objetos servían de ofrendas a sus dioses y  para adornar sus templos. La élite cuzqueña portaba narigueras y orejeras, entre otras joyas, como rasgo  distintivo de su clase social. Los objetos de uso práctico se hacían de bronce. El oro se destinó casi exclusivamente a la confección de ofrendas. 

3.    Europa descubre América
3.1.    Causas 

El aumento de la población europea que surgió sobrepasadas las grandes pestes de los siglos XIV y XV y el proceso de transformación que estaba sufriendo la sociedad (aparición de ejércitos permanentes, crecimiento de los núcleos urbanos, crisis del sistema feudal, etc.), propició la necesidad de generar más manufacturas y dar respuesta a las nuevas necesidades.


Replica de una carabela

Ello conllevó el desarrollo de la economía: ahora, tanto monarcas como la burguesía necesitaban más medios de pago (monedas), pero la gran escasez de plata y oro, y por tanto su elevado precio, hizo necesaria la apertura de nuevas rutas hacia Sudán y las Indias Orientales para obtener estos metales preciosos. Además, tras la primera cruzada en Europa Occidental contra los musulmanes la nobleza y las clases pudientes se habían acostumbrado a utilizar productos frecuentes en la cultura árabe (especias); aunque estas no eran imprescindibles para la vida, se habían convertido en algo muy codiciado, favoreciendo su demanda el continuo comercio con Oriente (de las citadas especias, de ropas teñidas de colores y tintes necesarios para el desarrollo de las manufacturas artesanales de las ciudades de Europa, porcelana, piedras preciosas, perfumes...).

El Mediterráneo. Mapamundi de Cresques, 1375.

Esta nueva situación económica favoreció la aparición de una nueva clase social: la burguesía comercial, propietaria de los medios de producción y amante de riquezas. Su aportación económica a los viajes de ultramar, a cambio de territorios de los conquistados en las expediciones, fue decisiva para la aventura americana.

La hegemonía del imperio turco en el mediterráneo tras la conquista de Constantinopla (1453) acabó con el intercambio comercial entre Europa y Oriente, por lo que se hizo necesaria la búsqueda de nuevas rutas comerciales. Este intercambio comercial se había llevado a cabo siguiendo rutas tanto terrestres como marítimas: cruzando Europa en caravanas o el Mediterráneo en naves. El peligro de robo era constante en las rutas comerciales y numerosas las dificultades en el transporte de las mercancías debido a la precariedad de vías terrestres de comunicación.

Pero fue la hegemonía turca en enormes territorios tanto de África, Asia, Anatolia y Europa y su hostilidad hacia los reinos cristianos la que puso fin a este comercio, obligando a los europeos a buscar rutas nuevas.

Astrolabios náuticos.

Esta búsqueda de nuevas rutas comerciales se vio facilitada por los inventos que aparecieron durante la Edad Moderna, entre ellos el astrolabio, con el que se podía determinar la latitud; la brújula, atribuida a los chinos, que permitía a los navegantes conocer el rumbo con certeza; o la existencia de cartas estelares, que determinaban la posición de los buques.

Mapa de las Indias occidentales según el Códice Zorzi de la Biblioteca Nacional Central de Florencia.

Los adelantos en la arquitectura naval, con la construcción de embarcaciones más ligeras como la carabela (1440), más ligera, alta y larga que la nao, con mayor capacidad de carga, borda alta y timón de codaste, que se maniobraba además con más facilidad y con cualquier tipo de viento, junto a los inventos antes citados permitían a los navegantes alejarse cada vez más de las costas. 

La posición geográfica privilegiada de Castilla, junto a los progresos en la navegación le concedían una ventaja considerable respecto al resto de potencias europeas para la aventura de ultramar. Esta posición privilegiada era compartida con Portugal y ambos reinos ya habían ampliado sus fronteras más allá de sus costas: Castilla había ocupado Ceuta (1415) y Portugal, las Azores y Madeira. 

Los Reyes Católicos habían enviado expediciones a las islas Canarias, siendo la ocupación de dichas islas (Gran Canaria, 1482; La Palma 1492; Tenerife, 1493) un antecedente para las colonizaciones americanas.

Finalizada la Reconquista (toma de Granada, 1492), los Reyes Católicos aceptaron el proyecto de Cristóbal Colón de llegar a las indias por el oeste, apoyados por el espíritu aventurero de los ciudadanos tras la victoria ante los musulmanes (espíritu de cruzada), y por la ayuda económica de la burguesía comercial (a cambio de la concesión de territorios de los conquistados en las expediciones).

La rendición de Granada, por Francisco Pradilla, uno de los especialistas en la pintura de historia propia de la segunda mitad del siglo XIX.

Además, los Reyes Católicos contaban con un ejército profesional permanente, característica típica de los reinos de la época moderna. Este ejército era indispensable para las exploraciones y conquista de los nuevos territorios. A diferencia de las mesnadas señoriales de la Edad Media, la posesión por parte de los monarcas de un ejército les permitía conseguir los servicios del mismo sin la intermediación de los nobles.

La competencia entre España y Portugal, país este también con una situación geográfica favorable, pudo ser un factor determinante para que España llevase a cabo el proyecto de Colón, que fue previamente rechazado por el país vecino.

3.2.    Colón y la llegada a América. 

Desde la conquista de la Baja Andalucía, Castilla había añadido a su tradicional frontera atlántica orientada hacia el comercio con los países nórdicos, otra que miraba hacia el trópico y las costas africanas y las islas. 

La ocupación de las islas Canarias y la esporádica actividad de los castellanos en las costas magrebíes inquietaban a los reyes portugueses, que aspiraban a un monopolio no sólo en la periferia africana sino en todo el espacio atlántico, en el que ya habían ocupado los archipiélagos de Azores, Madera y Cabo Verde.

Retrato de Cristóbal Colón

Fueron estas perspectivas las que atrajeron a Cristóbal Colón, un marino nacido en 1465. Colón llegó a Portugal accidentalmente, a consecuencia del naufragio del barco en que navegaba frente al cabo de San Vicente, en cuyas proximidades el infante don Enrique el Navegante había instalado su base científica y naval de Sagres, centro impulsor de los descubrimientos africanos. Portugal entero vivía la fiebre de estos acontecimientos que transformaron el pequeño reino peninsular en la cabeza de un gran imperio. El matrimonio de Colón con Felipa Moniz de Perestrello, miembro de una familia relacionada con las actividades descubridoras, le permitió completar su formación, más bien en el aspecto práctico que en el teórico; fue un marino de extraordinaria competencia pero no realizó estudios sistemáticos.


Su idea de alcanzar las Indias, las tierras productoras de especias, navegando hacia el occidente, no era nada de original; sencillamente tenía que surgir desde que, en la Antigüedad, se afirmó la esfericidad de la Tierra. Lo que puso de su parte Colón fue una voluntad inquebrantable en la que se mezclaban en extraña simbiosis las visiones proféticas del soñador con el sentido práctico. El proyecto que sometió a Juan II de Portugal, en 1484, fue rechazado como carente de base científica, porque el camino que proponía Colón era más largo que el que, siguiendo la ruta del este, debía llevar finalmente a Vasco de Gama hasta la India.

Retrato de Juan II de Portugal


Entonces Colón, viudo ya, se encaminó a España en busca de apoyo. El momento no era propicio porque la guerra de anexión del Reino Nazarí de Granada acaparaba todos los recursos, pero Colón encontró muchos y valiosos apoyos: entre los cortesanos, en miembros de la aristocracia (el duque de Medinaceli pensó realizar la empresa por su cuenta) y en clérigos influyentes; sobre todo le fue utilísima la ayuda de los franciscanos de La Rábida.


A pesar del dictamen desfavorable de las Juntas de Salamanca y Córdoba, a pesar de las exorbitantes exigencias de Colón, los reyes decidieron intentar e invertir en la aventura. Además, había que reaccionar contra la pretensión de los portugueses de dominar el Océano, arrinconando a los castellanos en las Canarias.


Los gastos de la empresa fueron modestos, como lo era la expedición misma; se aprovechó la circunstancia de que los vecinos de Palos tenían obligación de proporcionar a la Corona dos carabelas, a las que Colón agregó una tercera algo mayor; entre las tres no desplazaban trescientas toneladas, las tripulaban noventa hombres, la mayoría audaces marinos de la costa onubense que confiaban más en sus paisanos Martín Alonso y Vicente Yáñez Pinzón que en Colón, un extranjero desconocido.

Primer viaje de Colón


La minúscula flotilla salió del puerro de Palos, hoy cegado por las arenas, el 3 de agosto de 1492, pero la verdadera aventura comenzó el 9 de septiembre cuando, después de repostar en Canarias, iniciaron la travesía del Atlántico. Treinta y tres días después avistaron un islote del archipiélago de las Bahamas. Colón no sólo abrió una ruta sino que estableció un récord que después pocas veces fue superado, lo que dio lugar a sospechar que ya conocía el camino, por experiencia propia o por relación de otra persona. La teoría del predescubrimiento no es inverosímil, pero tampoco es necesaria; Colón conocía perfectamente las corrientes marinas y aéreas del Atlántico central, y ello le permitió hallar el camino de ida siguiendo los vientos alisios y encontrar el de vuelta navegando más al norte para encontrar los contraalisios. Pero si en la práctica marinera no ha sido superado por nadie, sus conocimientos teóricos eran insuficientes y por eso se aferró hasta el fin de su vida a la idea de que había llegado a las cosías orientales de Asía, mientras los contemporáneos tardaron poco en apercibirse de que se estaba a las puertas de un Mundus Novas, como demostrarían pronto el descubrimiento del Pacífico por Balboa y el primer viaje de circunnavegación.

Reproducción de la Santa María, la Pinta y la Niña


Colón, acogido por los reyes en Barcelona, recibió enseguida los medios necesarios para realizar una nueva expedición de mucha mayor envergadura, más bien de colonización que de exploración. Diecisiete buques con mil doscientas personas provistas de semillas, aperos de labranza y todo lo necesario para una instalación definitiva llegaron a la isla Española (Santo Domingo-Haití) en 1493.


Tropezaron enseguida con graves dificultades; el clima no era apto para la producción de los alimentos a que estaban habituados, y la organización de la colonia por Colón demostró que el gran navegante era un mediocre administrador. En una cosa se pusieron de acuerdo Colón y los colonos: puesto que el trabajo agrícola era duro y rendía poco, lo mejor sería explotar a los indígenas, ya haciéndoles trabajar en los yacimientos de oro, ya vendiéndolos como esclavos. Esta segunda opción fue anulada por los Reyes Católicos que, como en el caso de los indígenas canarios, se negaron a sancionar la esclavitud, no sólo por motivos humanitarios sino más bien políticos, aquéllos eran sus vasallos y ningún particular tenía derecho a apropiárselos.

Una visión romántica de la llegada de Cristóbal Colón a América (Dióscoro Puebla, 1862).


No por eso fue mejor la situación de los indígenas: presa de enfermedades para las que no tenían defensas orgánicas, obligados a trabajar en los placeres auríferos, destruidas las raíces de su cultura, murieron o se dejaron morir; desaparecieron casi totalmente en pocos decenios.


Entre tanto, aunque aún no se calibraban las auténticas dimensiones de las tierras descubiertas, Europa entera se conmovió con sentimientos diversos; no sólo de admiración y entusiasmo; también de emulación en otras naciones (Inglaterra, Francia) que quisieron participar en el grandioso acontecimiento y expolio de las nuevas tierras.


Especialmente viva fue la reacción de la corte portuguesa, que en cierto modo se sentía engañada; tenia bulas pontificias y tratados con Castilla que le aseguraban una posición preponderante en el Atlántico y las tierras ribereñas; por eso, la bula ínter caetera de Alejandro VI que Otorgaba a Castilla todas las tierras descubiertas o por descubrir fue considerada como una usurpación. Los Reyes Católicos deseaban mantener buenas relaciones con la Corte portuguesa, y en el tratado de Tordesillas (1494) consintieron que la línea divisoria fuese trasladada 270 leguas más al oeste, con lo que un trozo de Brasil (luego abusivamente ampliado) en­traba dentro del dominio lusitano.

Colón desembarca en Guanahaní.


Todavía realizó Colón otros dos viajes, con el doble objeto de ampliar la zona descubierta y de ejercer las amplísimas funciones gubernativas que se le otor­garon en las capitulaciones de Santa Fe; en su virtud, Colón era almirante, virrey de las tierras descubiertas y partícipe del producto de su exploración.


El desastroso gobierno de Colón motivó que un enviado real lo condujera con muy pocas consideraciones a España. Los reyes lo rehabilitaron y le facilitaron los medios para realizar el cuarto y último viaje; pero desde entonces las tierras americanas estuvieron bajo la administración directa de la Corona.


En el cuarto y último viaje. Colón, luchando contra pésimas condiciones materiales y climáticas, vagó por las Antillas y las tierras fronteras de Centroamérica.

Viajes de Colón


A estos viajes se les llama menores con bástame impropiedad, porque su amplitud fue enorme, y sus resultados, extraordinarios. En 1499 Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y Américo Vespucio (un andaluz, un cántabro y un italiano) recorrieron las costas de Venezuela, Guayana y el nordeste del Brasil. Con los daros conocidos hasta entonces, Juan de la Cosa delineó el primer mapa de América (1500).


Vicente Yáñez Pinzón salió del puerto de Palos y descubrió las tierras comprendidas entre la desembocadura del Orinoco y la del Amazonas.


Diego de Lepe. saliendo también de Palos, arribó igualmente a tierras brasileñas, que costeó bastante más hacia el sur que los anteriores.


Al mismo tiempo que Américo Vespucio, al servicio del rey de Portugal, llegaban a Rio de Janeiro, Juan y Sebastián Caboto, por encargo de Enrique VII de Inglaterra, visitaron las costas septentrionales de América, en busca del paso del noroeste que también buscaron sin éxito los hermanos Corterreal, y otros después que ellos. Cuando murió Colón ya se habían efectuado una multitud de expediciones trasatlánticas y se habían Interesado por las nuevas tierras varios soberanos europeos.


Durante el reinado de Carlos I se multiplicaron las expediciones y las capitulaciones y adelantamientos a descubridores y conquistadores que, inicialmente para beneficio personal y más tarde, para la Corona extendieron el conocimiento de esas tierras y el dominio castellano.

Grabado del siglo XIX donde se muestra al marino Juan Sebastián Elcano


Los ejemplos más llamativos son las expediciones de Vasco Nuñez de Balboa en 1513, que consigue atravesar el Istmo de Panamá y descubrir el Océano Pacífico; Hernán Cortés entre 1518 y 1522, con el fin de dominar el Imperio Azteca y sus pueblos aliados en la península del Yucatán; la magna expedición de Magallanes y Elcano, que pretendía circunnavegar América y demostrar que era posible el viaje a Asia por el oeste. Esta expedición realizada entre 1519 y 1522 supuso también reforzar la idea de continentalidad de América y permitió con el descubrimiento de las Malucas y Filipinas asentarse a la Corona española en Asia.

Mapa del primer viaje de circunnavegación mundial por parte de Juan Sebastián Elcano


La última de las grandes expediciones fue la de Pizarro, Diego de Almagro y Hernando Luque entre 1524 y 1535 para la conquista del Perú y del Imperio Inca. Las guerras civiles que enfrentaron a estos conquistadores tras la caída Inca hizo que el emperador Carlos decidiera acabar con el tradicional sistema de conquista y sustituirlo por el dominio y la acción directa de la Corona.

4.    La conquista.

Si bien los factores tecnológicos y culturales jugaron un importante papel en las victorias y derrotas de los conquistadores, el factor decisivo fueron las enfermedades traídas desde Europa, especialmente la viruela, que en muchos casos aniquilaron naciones enteras antes de la llegada de los españoles. Otro factor fundamental fue la habilidad de los conquistadores en explotar las diferencias entre los propios pueblos indígenas, ya sea apoyando a uno de los bandos de una guerra civil, como en el caso del Imperio Inca, o apoyándose en la poblaciones sometidas por el pueblo al que se pretendía sojuzgar, sea el caso del imperio Azteca.

El morrión era el casco arquetípico del conquistador español. Este es un morrión hecho de hierro


Militarmente los conquistadores poseían importantes ventajas tecnológicas sobre los pueblos originarios, especialmente las armas de fuego y el acero. En todos los casos las naciones indígenas cuya conquista pretendían los españoles superaban a estos en número: en promedio los españoles peninsulares nunca superaron el 2% de la población de América. Sin embargo era habitual que los conquistadores españoles realizaran alianzas con naciones enemigas para formar ejércitos numerosos. El ejército con el que Hernán Cortés atacó Tenochtitlán estaba integrado por 200.000 soldados, de los cuales menos del 1% eran españoles.



A pesar de que muchas civilizaciones americanas habían desarrollado métodos avanzados para el tratamiento y fundido de los metales (oro, plata, bronce, estaño, cobre), este conocimiento se aplicó principalmente para la elaboración de objetos religiosos, artísticos y simbólicos, así como de utensilios de uso cotidiano. Sólo los quechuas y los purépechas elaboraban armas de cobre, pero estas no alcanzaban el filo y dureza del hierro y el acero. Los cascos y armaduras de hierro que utilizaron los conquistadores constituyeron un importante factor de defensa personal. Sin embargo, la depurada tecnología textil de las civilizaciones andinas, que permitía tejidos de hasta 500 hilos por pulgada estructurados en capas sucesivas, les permitió desarrollar eficientes armaduras de tejido acolchado que fueron adoptadas finalmente por los españoles, abandonando sus cascos y corazas metálicas.


El arma principal de los ejércitos andinos era la honda, realizada con tejidos, con la que arrojaban piedras calentadas hasta el rojo vivo, envueltas en algodón y brea. Utilizando estas armas los quechuas arrasaron Cuzco ocupada por los españoles en 1536.


En el primer momento de la conquista las armas de fuego y en especial los arcabuces causaron gran impresión debido al estruendo. Pero su efecto militar fue escaso. Las espadas de acero y de hierro, los cuchillos y las armaduras demostraron ser mucho más efectivos militarmente. Por esta razón, cuando alcanzaban el dominio de alguna nación, los españoles prohibían el acceso a las armas de hierro por parte de los pobladores sometidos.

Conquistador disparando con un arcabuz de mecha


Los animales fueron otro factor militar. Por un lado, la introducción del caballo por parte de los españoles, les permitió en algunos casos moverse con rapidez y lanzar rápidos ataques. Sin embargo en las zonas montañosas y selváticas, los españoles se mostraron menos adaptados tecnológicamente que las culturas amerindias, que utilizaban la llama y técnicas especiales para construir caminos y puentes adaptados a ese tipo de terrenos. En algunos casos los pueblos originarios, principalmente en Norteamérica, la pampa y la Patagonia, se apropiaron del caballo y desarrollaron técnicas de adiestramiento y monta superiores a las que tenían los españoles, y se volvieron un factor decisivo para rechazar a los conquistadores. Los españoles utilizaron también perros para rastrear y atacar indígenas y esclavos en la selva y en los bosques.


La forma de hacer guerra de los españoles, como la de la mayoría de los europeos era más sangrienta e involucraba más guerreros que los que los indígenas americanos estaban acostumbrados a utilizar. Las armas de hierro y acero producían lesiones más evidentes que las flechas envenenadas. Además, algunos pueblos originarios no tenían la costumbre de matar gente en el campo de batalla, sino que los capturaban y los mantenían para ocasiones de sacrificios rituales. De ahí que las prácticas europeas en la guerra adquirieran un carácter más brutal.

Manada de caballos mustang. Estos caballos son descendientes de los primeros caballos llevados por los conquistadores españoles a América, su nombre "mustang" proviene del españos mesteño (raza descendiente de la andaluza o hispano-árabe)


Pero el factor decisivo en la derrota de las civilizaciones americanas fue el colapso demográfico. Entre los investigadores y sectores sociales no hay consenso sobre las causas de ese colapso, atribuyéndolos unos a un genocidio, otros a la introducción de nuevas enfermedades y un tercer grupo a una combinación de ambas causas.


Hay un cierto consenso en considerar que el colapso demográfico de la población original de América fue la causa principal de su derrota militar.


El historiador estadounidense Charles Mann dice que España "no habría vencido al Imperio (Azteca) si, mientras Cortés construía las embarcaciones, Tenochtitlán no hubiera sido arrasada por la viruela en la misma pandemia que posteriormente asoló el Tahuantinsuyu... La gran ciudad perdió al menos la tercera parte de población a raíz de la epidemia, incluido Caitlahuac".


Autores como Jared Diamond resumen las causas de la victoria de Pizarro (paradigma de la conquista española) en "tecnología militar basada en armas de fuego y acero y caballos, enfermedades infecciosas endémicas en Eurasia, tecnología marítima europea, la organización política centralizada de los Estados europeos, y en la escritura". En este último sentido, Diamond explica que los errores de juicio de Atahualpa y Moctezuma, que les llevaron a ser engañados por los españoles se debían a que éstos pertenecían a una sociedad alfabetizada que, gracias a la escritura, tenía a su disposición un enorme corpus de conocimiento sobre el comportamiento humano y su historia, algo de lo que carecían las naciones americanas.

4.1.    La conquista de México. 

Retrato de Hernán Cortés basado en el enviado por el conquistador a Paulo Giovio, que sirvió de modelo a muchas de sus representaciones desde el siglo XVI.

En 1519 Hernán Cortés salió de Cuba y emprendió la conquista del poderoso y rico Imperio azteca, establecidos en el actual México, según le había encomendado el adelantado de Cuba, Diego Velázquez. El ataque había sido preparado desde Cuba por Diego Velázquez, seis años después de conquistar dicha isla, y a partir de dicha experiencia. Ya en el cuarto de viaje de Colón existió una toma de contacto con Mesoamérica. La falta de indios en Cuba había generado una relativa superpoblación de blancos. El continente se convirtió en algo deseado y temido. La expedición estaba formada por 11 naves, con sólo 518 solados, 32 ballesteros, 13 escopeteros, 16 jinetes, 110 marineros, 200 indios (como servidumbre) y 32 caballos. Cortés se procura intérpretes (Jerónimo de Aguilar, cura que anteriormente había sido hecho prisionero de los mayas; después Marían "la Malanche", vendida como esclava, amante de Cortés). 

Tras desembarcar en Yucatán, y después dos meses de expedición llegarán a los llanos de Veracruz, fundando Villa Rica de La Veracruz, colonia al margen del poder central. Cuando llega la noticia a Tenochtitlán, los indígenas identifican a Cortes con el dios vengador de los toltecas, lo que provoca una fatalista idea de que su conquista será inexorable. Desmoralizada la Confederación azteca permite sin reaccionar la penetración hasta el centro de la pluralidad federal de la laguna. 

Ruta de la expèdición de Cortés

Aliándose con varias tribus enemigas de los aztecas (como los de la provincia rebelde Tlaxcala, que contribuye a romper s la unidad de la confederación), marchó contra Tenochtitlán, que era la capital del Imperio azteca. Moctezuma I se abstiene de usar la fuerza contra los españoles, y acompaña a Cortes a visitar la ciudad (como indica Bernal Díaz del Castillo): para evitar ser cercados y aniquilados por tal masa humana, Cortés se apoderó de Moctezuma, con el pretexto de que el gobernador de Nauhtla se había mostrado hostil a la guarnición de Villa Rica de La Veracruz. Hizo prisionero al emperador azteca Moctezuma, pero poco después tuvo noticias de que el gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, había enviado un ejército contra él mandado por Pánfilo de Narváez, y salió a combatirlo: sale a su encuentro, derrota a los enemigos y buena parte de los soldados contrarios se ponen de su lado. 

Tenochtitlan, mural de Diego Rivera.

Pero durante la ausencia de Cortés, Pedro de Alvarado quedó al mando de la ciudad, con un puñado de hombres, quienes, aisladas y debilitadas, enloquecen, asesinando a traición a la élite de la nobleza azteca reunida para una fiesta. Los aztecas llevaron a cabo una revuelta, en la que morirá Moctezuma (perdió la vida intentando evitar el enfrentamiento). Vuelto Cortés a la ciudad, fue acusado de la muerte de Moctezuma y, no pudiendo resistir a los rebeldes (ve a sus compañeros aislados y asediados por una multitud hostil), y tras el asalto el Gran Templo, su situación es insostenible, por lo que se vio obligado a retirarse en medio de una noche oscura con sus hombres a través de un terreno pantanoso, en lo que se llamó la Noche Triste (27 junio de 1520): consiguen huir con un 50% de pérdidas entre la tropa. Las otras ciudades no se suman a la revuelta. 

Pero poco después los españoles lograron rehacerse y derrotaron a los aztecas en la batalla de Otumba, tras la cual reconquistaron la capital y dominaron todo el Imperio azteca, que recibió el nombre de Nueva España. En Otumba fue hecho prisionero el jefe de los aztecas, Cuahutémoc, que será torturado y ahorcado. Desde México, la expansión española prosiguió hacia Guatemala y Honduras. En la batalla de Otumba Cortés demostrará la superioridad de su ejército en campo abierto: mata al jefe enemigo, lo que provoca una desbandada. Además, la viruela, contagiada por un esclavo negro de Cortés a los habitantes de Tenochtitlán, provoca grandes estragos entre los aztecas, s desde luego que los disparos de los arcabuces. 

El suplicio de Cuauhtémoc (1893), obra de Leandro Izaguirre

Tras el sitio de Tenochtitlán, en el que participan los aliados antiaztecas, no se encontró tanto oro como suponían, pese a torturar a los jefes supervivientes. 

Es preciso recalcar que el dominio territorial de Cortés ocupa una extensión s allá de la antigua Confederación azteca: se tratará de Nueva España, que en pocos años supondrá la anexión de medio millón de Km2. Pero n serán precisos 17 años para poseer, y de forma precaria, el territorio maya. 

Máxima extensión del Virreinato de Nueva España

En México la conquista no implicó acción alguna sobre el suelo, ni entrañó esfuerzo alguno para establecer un nuevo diálogo entre el hombre y la tierra: no se interesó por la tierra, sino únicamente por los hombres. En líneas generales, el comportamiento de los colonos cubanos de Cortés y de los de Castilla del Oro de Pizarro y de Almagro, al asalto del continente, responde a la sustitución de una autoridad suprema por otra. La reacción entre dominantes y dominados es tanto s violenta cuanto s desproporción hay entre ambas poblaciones: 70–80 millones de hombres en el eje fértil y diversificado de los altiplanos, cultivo intensivo del maíz. Se producirá un retroceso de la población en proporción de 8 a 1.

4.2.    La conquista de Perú.

Perú constituye el segundo ciclo de conquista, en el eje norte–sur de los altiplanos andinos, brillante amalgama de civilizaciones cuya unión en una sola gran construcción política era demasiado reciente como para constituir una unidad cohesionada y de gran fuerza. Panamá, casi una isla, ejerció la función de una nueva Cuba.

Retrato de Francisco Pizarro

Pizarro, Almagro y Luque constituyen una sociedad para el descubrimiento de aquel mundo misterioso, pero cuentan con medios limitados pese al aval de la administración real. El imperio inca cuenta con el defecto –dice de la excesiva organización. Además estaba en crisis, había crecido sin una integración territorial real. El triunfo de Atahualpa frente al otro pretendiente a suceder al Inca no cuenta con el refrendo total de la casta dirigente. El descenso por las costas del Pacífico similar a la conquista de africanas, pero s raudo: se llevó a cabo en 6 años.

En los actuales Perú y Chile se encontraba el extenso Imperio de los incas, cuya capital era la ciudad de Cuzco. Francisco Pizarro partió de Panamá en septiembre de 1527, al mando de una expedición de la que formaban parte Diego de Almagro y el sacerdote Hernando de Luque, quien había aportado dinero para la empresa. Pizarro funda San Miguel de Pirua en Perú. Tras varios fracasos (y una vez resuelta la rivalidad entre Almagro y Pizarro, que se enfrentaron en Las Salinas), Pizarro llegó en 1532 a la ciudad de Cajamarca, donde logró apresar a Atahualpa, emperador de los incas, quien ofreció llenar de oro una gran habitación a cambio de su libertad. Atahualpa reunió todo el oro prometido, pero Pizarro no respetó su palabra, y lo mandó ejecutar, acusándole de haber matado a Huáscar, hermano del inca, en diciembre de 1532. Le sucedería su hermanastro Manco, quien protagonizará una oleada de saqueos contra los colonos españoles. En noviembre del o siguiente, Pizarro conquista Cuzco, la capital del Imperio inca. Poco después, en 1535, Pizarro fundó la capital de Lima, que se convirtió en la capital del Virreinato del Perú. 

La captura de Atahualpa, obra de Juan B. Lepiani

Se produjo una gran llegada de gentes españoles a un Perú que así se ve achicado, estallando la guerra civil bajo la atenta mirada de los incas: el clan Pizarro intenta delimitar el campo de acción del de Almagro, produciéndose venganzas en cadena hasta el asesinato de Pizarro en 1541. Existió una colaboración de algunos indios con los almagristas (encabezados por su hijo), hasta la llegada del intransigente Tupac Amarú que lanzará una última resistencia antiespañola suicida, y que será decapitado en Cuzco. La resistencia quechua perdurará hasta bien entrado el XIX. 

Virreinato del Perú

4.3.    Otros territorios conquistados. 

En un breve período de tiempo los españoles habían explorado el continente americano desde Nebraska hasta el sur de Chile, penetrando fundamentalmente por las cuencas de los grandes ríos americanos: la del Mississippi, Orinoco, Amazonas y Paraná– Plata, instalándose en los valles chilenos, en las altas mesetas, futuros centros de la actividad colonial de Nueva España, de Nueva Granada y Perú. La construcción de Nueva Granada será un momento fundamental de la expansión, tras el encuentro en el altiplano de Bogotá de las expediciones involuntariamente convergentes de Quesada, el alemán Federmann y el lugarteniente de Pizarro Sebastián de Delalcázar: quedaba así completada la presencia española en el eje de los altiplanos, que funcionó como bomba aspirante de toda la raza de los conquistadores. 

Expediciones de conquistadores españoles en América del Sur

Los hitos de esta exploración serían la expediciones de Juan Ponce de León en 1513, quien llegó a Florida desde el Caribe; la de Juan Díaz de Solís (1513–1516), quien descubrió el o de la Plata; la Pedro de Heredia (1532–1533), que exploró el río Magdalena y fundó Cartagena de Indias en la actual Colombia; la de Alvar Núñez Cabeza de Vaca (1528–1536), quien recorrió Tejas; la de Pedro de Mendoza (1535–1536), quien, continuando la expedición de Solís, se internó en la cent del o de la Plata, iniciando la conquista de Argentina y fundando la ciudad de Buenos Aires; Francisco de Orellana (1541) exploró el Amazonas, llegando al ciudad de Quito tras su periplo en el que han participado apenas 50 hombres; Pedro de Valdivia (1541); y la de Francisco zquez de Coronado (1540–1542), quien alcanzó el Gran Cañón del Colorado, y con la que en parte se concluye el ciclo de exploraciones. El rendimiento de la posterior obra colonizadora española estuvo dificultado por la dispersión geográfica. Los españoles ocuparon gran número de territorios que formaban unidades geográficas muy distintas. En general, en todas las expediciones iban misioneros para evangelizar a los indios, por lo que la conquista y la difusión del cristianismo llevaron un ritmo paralelo. 

La conquista de Chile había sido encargada a Almagro por Pizarro. Sin embargo, inicialmente la resistencia de los araucanos (raza especialmente irreductible) hizo que Almagro fracasara en la conquista de Chile. Pedro de Valdivia será el encargado de doblegar la resistencia nativa. Fundó la ciudad de Santiago, y organizó la administración del país. Poco tiempo después los araucanos, mandos por su caudillo Caupolicán, se sublevaron contra los españoles y el propio Valdivia perecerá en la lucha. La llegada de García Hurtado de Mendoza, que capturó y mandó empalar al líder Caupolicán supondrá un primer sometimiento de la población araucana, sin embargo siempre con cierto poso levantisco.

Las expediciones al Océano Pacífico también revistieron gran importancia. Destacaron García Jofré de Loaysa y Juan Sebastián Elcano, que abrieron el camino a las posteriores expediciones a Oceanía, las islas del Pacífico y al Sureste asiático. La lista se hace interminable. Estos nombres, junto a muchos otros serán los verdaderos artífices de la América Hispánica. 

Expediciones de españoles por el océano Pacífico

El ritmo de la conquista fue muy desigual: apenas 4.000 Km2 hasta 1493; 50.000 entre 1493–1500; 250.000 de 1502 a 1515. Un período de calma precedió a la gran explosión: 2 millones de Km2 entre 1520–40. Finalmente, algo menos de 0,5 millones entre 1540–1600. Así, los dominios ultramarinos conquistados por Europa superan entre 1520–40 la suma de lo conseguido en los siglos XII–XV, los restantes años del XVI y XVII. 

Extensión del Imperio colonial español en América.

La mayor parte de las áreas reclamadas por el Imperio Español (la casi totalidad de la Pampa, el Gran Chaco, la Patagonia, la Amazonia, el Beni, el Matto Grosso, el Darién y las llanuras norteamericanas) nunca fueron efectivamente ocupadas y permanecieron bajo dominio de los pueblos originarios hasta la segunda mitad del siglo XIX.

  • Virreinato de Nueva España: el actual México y los estados estadounidenses de California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Florida, Utah y parte de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma. España mantuvo bajo su control estos territorios desde 1519 hasta 1821.
  • Capitanía General de Guatemala: comprendía los territorios de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, y el estado mexicano de Chiapas. Declaró su independencia en 1821, para sumarse al Primer Imperio Mexicano, del que se separó (salvo Chiapas) en 1824.
  • Territorio de Luisiana: cedida por Francia, España la mantuvo poco tiempo en su poder, desde 1762 hasta 1801. Incorporaba territorios de los actuales estados estadounidenses de Luisiana, Arkansas, Oklahoma, Kansas, Nebraska, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Wyoming, Montana, Idaho, Minnesota y Iowa.
  • Virreinato de Nueva Granada: los actuales países de: Panamá, Colombia y Ecuador.
  • Capitanía General de Venezuela: la actual Venezuela.
  • Virreinato del Perú: el actual Perú, Bolivia, parte de Ecuador, Colombia, Chile y Brasil.
  • Virreinato del Río de la Plata: los actuales países de Argentina (la Patagonia oriental es considerada por algunas fuentes como parte del virreinato y por otras como perteneciente a la Capitanía General de Chile), Paraguay, Uruguayy parte de Bolivia.
  • Capitanía General de Chile: el actual Chile (para algunas fuentes también la Patagonia oriental).
  • Territorios Insulares (dependientes de los distintos virreinatos): los actuales países de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Bahamas (hasta 1670), Antigua y Barbuda (desde 1493 hasta 1632), Trinidad y Tobago, Granada (desde 1498 hasta 1674), Jamaica (hasta 1655), San Cristóbal y Nevis (Saint Kitts y Nevis), Dominica (desde 1493 hasta 1783), Barbados (desde 1518 hasta 1624), Santa Lucía (desde 1504 hasta 1654), Islas Malvinas (hasta 1810).
Máxima extensión del Imperio español (h. 1790 y desarrollado a lo largo del tiempo)

5.    La colonización de las nuevas tierras. 

Los reyes concibieron a las Indias como una prolongación del territorio metropolitano. Los monarcas trataron de construir allí un Estado ideal que no tuviese los defectos que padecía Castilla, pero no lo consiguieron. Se pretendió impedir la creación de las castas feudales y se aseguró el predominio del rey en el ámbito eclesiástico. Pero en la construcción de esta sociedad ideal había que tener en cuenta otros factores como la distancia, la subordinación política y económica a la metrópoli y la existencia de una mayoritaria población indígena que fue causa de que se elaborase para las Indias una legislación especial que se fue desarrollando con el tiempo (la recopilación de 1680 recoge 6336 leyes).

Página de "Nueva crónica y buen gobierno" de Felipe Guaman Poma de Ayala (1615)
Los indígenas que sobrevivieron a los primeros choques, continuaron en sus territorios conviviendo con los colonos españoles en grados muy distintos de contacto.


En la etapa inicial de la colonización, Colón intentó convertir a los indígenas de las Antillas en esclavos para venderlos en Europa, pero los Reyes se lo prohibieron porque los consideraron súbditos de la Corona. Entonces fueron utilizados como mano de obra sometida a trabajo forzado para extraer oro de las arenas de los ríos o como agricultores en las primeras plantaciones. Este ritmo de trabajo, al que no estaban acostumbrados, causó gran mortandad entre los indios.


Con la creación de colonias de poblamiento estallaron los problemas entre el rey y los colonos: éstos aspiraban a disponer de mano de obra indígena para sus plantaciones y sus minas y, puesto que los indígenas no aceptaban trabajar voluntariamente, el colono les obligaba a ello. El trabajo forzado indígena fue denunciado por los misioneros, que lograron influir sobre los reyes para que tomaran conciencia del problema.

Página de "Nueva crónica y buen gobierno" de Felipe Guaman Poma de Ayala (1615) y en la que se puede leer:"Q[VE] EL COMENDERO LE haze ahorcar al cacique prencipal don Juan Cayan Chire y por dalle contento al encomendero le cuelga el corregidor."

Así se inició una labor legisladora en la que el rey de España intentaba restringir el derecho de los colonos a forzar a los indígenas a trabajar para ellos. La primera regulación arranca de 1512: la Junta reunida en Burgos intentó reglamentar el derecho de los colonos sobre el trabajo indígena.


Apareció de esta forma el concepto de «encomienda». El indígena era «encomendado» al colono para que éste le enseñara a trabajar y le hiciera cristiano, pagándole un salario por su trabajo. Pero la dureza de la situación real de los indígenas «encomendados» hizo disminuir rápidamente la población de las Antillas y desencadenó las campañas del Padre Las Casas, en defensa de los derechos de los indios, que consiguió fueran oídas por los organismos de gobierno y por el mismo emperador Carlos V.

Un encomendero abusado de un indio. Códice Kingsborough. Copia de Agostino Aglio 1825-1826


En 1532 se llega a un nuevo acuerdo entre la Corona y los colonos: se abolirá la «encomienda de servicios» (que exigía el trabajo forzado del indígena) y será sustituida por la «encomienda de tributos» (entrega de productos en concepto de tributo) que el rey (el único que tenía derecho a cobrar tributos en las Indias) cedía a los conquistadores. 

Pero pronto apareció un nuevo problema: el conquistador aspiraba a que este tipo de encomienda fuera hereditario y, aunque legalmente se impuso la voluntad del rey de que sólo durara una generación (Leyes Nuevas de Indias, 1542), de hecho en algunas regiones perduró hasta avanzado el siglo XVII.


Lentamente, los indígenas, en las zonas en que tenían mayor contacto con los colonos, se fueron convirtiendo en mano de obra asalariada, sometidos al dominio de los dueños de grandes propiedades para los que solían trabajar.


Principales instituciones.


En primer lugar tenemos el Consejo de Indias. Es un órgano legislativo que se implantó en 1524 y que se mantuvo hasta que se inició el proceso de independencia del territorio. Era una institución consultiva que elabora las leyes que se iban promulgando en las Indias. Era un organismo colegiado que ejercerá en nombre del rey funciones gubernativas, legislativas, judiciales, fiscales y eclesiásticas. Además se encargaba de la recogida y repartimiento de los impuestos sobre el tráfico y las mercancías. Era la autoridad suprema después del Rey.

Consejo de Indias, ilustración del siglo XVII


Pero en las Indias pronto fue necesario diseñar un andamiaje institucional que se adecuara a la realidad que la creciente conquista y colonización imponía. En los primeros tiempos se nombraron adelantados con la misma función que en la Reconquista medieval. Pronto se adoptó una institución privativa del reino de Aragón: el virreinato. Durante el siglo XVI se crearon dos Virreinatos, el de Nueva España (1535), y el del Perú (1542), posteriormente, ya el siglo XVIII, el de la Plata y el de Nueva Granada. El virrey casi siempre es un personaje de alta o noble cuna cercano al rey o a su valido y es la máxima autoridad militar, política y económica. El favoritismo y la corrupción fueron muy comentes. Cada virreinato se dividía a su vez en circunscripciones territoriales menores llamadas gobernaciones. El rey nombraba a los gobernadores, y estos se encargarían de la administración y el gobierno de las nuevas provincias. Las gobernaciones fronterizas las dirigía se denominaban capitanías generales porque estaban regidas por un militar con esa graduación. Las gobernaciones o capitanías se dividían en corregimientos (más abundantes en el Perú) y alcaldías mayores (sobre todo en México). Se encargan de la administración local. Aquí fue muy frecuente la venta de cargos (sobre todo en el XVII), que sería aprovechada por los criollos para ascender.

Reales Audiencias en América


Las Audiencias suponían otro órgano de control legislativo, como tribunales itinerantes que actuaban en las provincias. A imitación de las peninsulares, la primera fue la de Santo Domingo en 1511, seguida por la de México en 1527 y posteriormente otras que llegaron a constituir una auténtica red de jurisdicciones independientes (4 en Nueva España y 8 en el Perú). La administración de justicia en sus grados medios e inferiores se encontraba en manos de los gobernadores, corregidores, alcaldes mayores y alcaldes ordinarios o municipales. En la base del organigrama se situaban los Cabildos o Ayuntamientos.


La administración de Hacienda se encontraba regida por diversos oficiales, contadores, tesoreros, veedores, recaudadores, arrendadores y escribanos, quienes se encontraban insertos en un sistema muy similar al metropolitano (almojarifazgo, quinto real, diezmos eclesiásticos, alcabalas, sisas, cruzada, monopolios fiscales, así como la capitación que tributaban los indios consistente en dos pesos anuales por individuo. Una institución de los primeros años fue la encomienda indiana o circunscripción territorial cuyos habitantes en vez de tributar al rey, eran tributarios del encomendero, que se ocupaba de su protección y defensa. La institución, concebida como un medio de recompensar a los conquistadores sin esclavizar a los indios se desnaturalizó muy pronto.

Basílica Catedral Metropolitana Santa María de la Encarnación Primada de América, Santo Domingo (República Dominicana). Primera catedrál construida en América (1504-1541)


Por lo que se refiere a la Iglesia, hay que partir del hecho de que la Corona de Castilla convirtió la conquista y colonización en una empresa evangelizadora y misional. El papado pronto legisló para la administración religiosa y el cobro del diezmo en América (Alejandro VI, Julio II) y los primeros obispados americanos fueron erigidos en 1504 en la isla La Española (Santo Domingo, Concepción de la Vega) sufragáneas del arzobispado de Sevilla. Después vendría Puerto Rico. Los nuevos límites diocesanos se establecieron a mediados del XVI, cuando se consolidaron las demarcaciones civiles. Con el tiempo, destacaron los Arzobispados de Santo Domingo, México y Lima. Importante fue también la presencia de la Compañía de Jesús y la actitud misionera de ésta y de otras congregaciones religiosas. Fueron las órdenes evangelizadoras las encargadas de inculcar a los indígenas una nueva religión por la que debían creer en unos misterios que resultaban inexplicables ante sus ojos. Estas órdenes religiosas fueron fundamentales en el proceso de adaptación de los indios a las nuevas costumbres y ritmo de vida, no solo en lo que se refirió a la religión. Desde los franciscanos a los polémicos jesuitas, todos tenían la misión de fomentar ese proceso de adaptación a la religión católica, que en muchas ocasiones llegó más allá, al nuevo proceso de culturización. Los más conocidos, sin duda, los jesuitas, quienes incluso fueron expulsados de esas tierras en los últimos años de vinculación a la península. Destacaron las reducciones de indios. De todas ellas la que despertó más interés fue la que llevaron a cabo los jesuitas en Paraguay, conocida como reducciones guaraníes, oficializadas desde tiempos de Felipe III, que alcanzaban 38 pueblos y que se mantuvo como un estado virtual durante más de centuria y media. En 1570 se instaló el Tribunal de la Inquisición en América, primero en Perú, después en México y en 1610 en Cartagena.


Desde Sevilla, la Casa de la Contratación era el organismo de control de movimiento hacia las Indias, donde se gestionaban las mercancías así como los individuos que podían partir hacia el Nuevo Mundo. También se vigilaba el transporte y los productos que tenían acceso a la Península. No todos los que querían podían tener acceso a las Indias. En un principio el acceso fue restringido. Acuden poderosos y ambiciosos y poco a poco se abrieron las puertas a trabajadores y campesinos. Importante fue la pureza de sangre, ni judíos ni extranjeros podían acudir. Esta institución se mantuvo hasta 1790 en Sevilla. Posteriormente se trasladó luego a Cádiz. 

Principales rutas comerciales de españoles y portugueses

Evolución de las relaciones socioeconómicas


A.-) siglo XVI


A lo largo del siglo XVI se establecieron intensas relaciones comerciales entre España y los colonos instalados en América. España enviaba a América toda clase de productos (alimentos, vestidos, herramientas...) a cambio de oro y plata. Veamos el me­canismo básico de este intercambio.


En el momento de la conquista se solían obtener cantidades importantes de plata y oro en forma de botín. Después fue preciso extraerlo de las arenas de los ríos (en las Antillas) y de las minas (en el continente). Las grandes minas de plata del continente -especialmente en México y Bolivia (Potosí)- empezaron a explotarse a partir de 1540.

Indigenas extrayendo plata en el Cerro Rico de Potosí


Las minas eran del rey como único propietario del subsuelo, y éste concedía la explotación a los particulares a cambio de la entrega a la corona de una quinta parte del metal extraído. La explotación de la mina de Potosí, la mejor conocida, se hacía mediante el trabajo forzado de los indígenas: era la «mita», una forma de tributo en trabajo de ascendencia incaica. Fue un método de explotación por el cual se reclutaban a los indios para el trabajo en minas como las peruanas. Supuso la ruptura de familias y el traslado de población indígena a territorios en los que se vivió en pésimas condiciones.

Una parte de la plata y el oro iba a parar a manos de la Corona y otra se utilizaba para pagar las mercancías que se enviaban desde España a los colonos americanos. Los historiadores distinguen cuatro etapas en el desarrollo del tráfico comercial con América en el siglo XVI.


Primera etapa: 1492 a 1503; el comercio es monopolio de la Corona y de Colón.


Segunda etapa: 1503 a 1510; el comercio se convierte en monopolio de la Corona.


Tercera etapa: A partir de 1510; el rey autoriza a todos sus súbditos a comerciar con América.


Cuarta etapa: Desde mediados del siglo XVI este comercio se va convirtiendo en un monopolio del puerto de Sevilla y de los comerciantes allí establecidos. Las causas que produjeron la concentración del comercio con América en Sevilla fueron:
  • Las costas de la Andalucía baja son las más adecuadas como punto de partida para navegar a vela hacia América Central. 
  • El rey tenía interés en controlar todos los viajes desde América hacia España para que no se le escapara su quinta parte del metal precioso que llegaba. 
  • Los comerciantes de Sevilla agrupados en la «Universidad de Cargadores de Indias» formaron un poderoso cuerpo que aspiró, desde el primer mo­mento, al monopolio. 
  • La necesidad creciente de organizar la navegación en forma de convoyes protegidos que evitaran los ataques de los piratas ingleses y holandeses.
Lingotes de oro procedentes de un pecio hundido hacia 1622


B.-) siglo XVII


En la primera mitad del siglo XVII se descompone el sistema de control y explotación de América creado por los castellanos en el siglo XVI. Manifestaciones de este hecho fueron:

  • La disminución de las cantidades de oro y plata extraídas de las minas americanas y enviadas a España. 
  • La decadencia del comercio entre España y América. 
  • El aumento de los intercambios entre las distintas regiones americanas, en las que surge una producción bastante diversificada (no sólo agrícola, sino también industrial). 
  • La penetración creciente de los comerciantes holandeses e ingleses en los mercados americanos, en forma de un activo contrabando. 
  • La consolidación de una clase dominante formada por los descendientes de españoles afincados en América, los criollos, que han conseguido acumular grandes propiedades («haciendas») explotadas gracias al trabajo de una mano de obra indígena o mestiza, que mantiene lazos de dependencia personal con el hacendado. Tales propiedades a veces actuaban como una unidad económica autosuficiente, pero en otros casos se transformaron en productoras de artículos de gran aceptación en los mercados europeos: azúcar, tabaco, cacao, café, pieles... La Corona de España perdió el control de los cargos de gobierno de tipo local o de pequeños territorios, debido a que, en muchos casos, dejó de pagarles sus sueldos. En estos casos, tales autoridades se aliaron con los poderosos de la región (hacendados o comerciantes), de los que recibieron compensaciones económicas a cambio de favorecerles en el control que tenían establecida sobre los indígenas.

La irrupción del poblador blanco en América supuso un gran cambio, al que tenemos que añadir la llegada de trabajadores, esclavos negros de África a estos mismos territorios. En principio, los pobladores castellanos eran varones, por lo que las relaciones con las indígenas se hicieron frecuentes. De esta unión nacieron los mestizos. Tampoco se evitó el entrecruzamiento con la población negra, y dio como resultado una población mulata. A pesar de que poco a poco también llegó al territorio indiano el resto de la familia europea, siguieron dándose las relaciones extra-matrimoniales y por tanto seguían procreando. La población blanca, se solía integrar con la élite socioeconómica americana, de su resultado, nacen los criollos. Aunque no existía ningún tipo de ley que prohibiera estas relaciones, para los europeos era algo que se veía mal, por lo que los matrimonios fueron escasos. La Iglesia por su parte se negó y combatió siempre contra estas relaciones.

Contrato de compra-venta  esclavista Lima, Perú, 13 de octubre de 1794.


La principal característica de la nueva sociedad americana es su diversidad y su jerarquización, resultado directo de la mezcla de sangre y la variedad racial. Se creó poco a poco una jerarquía social, en la que se situaba en primer plano a los peninsulares, después de ellos, criollos (hijos de peninsulares nacidos en las Indias), mestizos, negros e indígenas, los últimos en consideración, a pesar de que las normas y leyes abogaban por su respeto. El acceso de unos grupos a otros era difícil, pues en general venía condicionado por la sangre. Además la población no se distribuía por igual en el continente, sino que dependiendo de los métodos de trabajo de repoblación abundaban más los europeos o los negros. La población indígena en general sufrió un fuerte descenso durante las primeras décadas. Posteriormente, la población negra que se traía como mano de obra esclava (especialmente fomentada por la corona británica), abundaba por la zona de Brasil y el Caribe. Las Antillas eran repobladas con esta población, que sufrió una fuerte mortalidad en los primeros años por las dificultades de adaptación a los nuevos territorios así como por las malas condiciones de vida que sufrían. Los criollos, fueron los que poco a poco se fueron fortaleciendo como casta hasta que al final fueron ellos mismos los impulsores de la revolución contra la Península.

Pintura de castas. Anónimo, siglo XVIII. Museo Nacional del Virreinato (Tepotzotlán)


Numerosas y diversas consecuencias tuvieron el proceso de conquista y colonización del nuevo Mundo.


En primer lugar, se abre a los ojos de Europa un nuevo exótico y espectacular mundo que supone todo un territorio de expectativas y nuevas posibilidades. No sólo es un territorio rico económicamente hablando, sino, también un nuevo lugar de expansión. Es además un nuevo y extenso territorio geográfico desconocido, y por tanto se abren las puertas al verdadero conocimiento del territorio, del mundo, del planeta tierra y su realidad. Una nueva zona de expansión para los países, a los que de momento Europa se les había quedado en cierto modo "pequeña". Supone así pues un trasvase poblaciones, en principio restringido, pero finalmente se fue haciendo más común.


Con esta gran conquista, dan comienzo las nuevas rivalidades, el nuevo proceso de creación de los nuevos imperios coloniales, con base fundamentalmente económica. La economía de tipo capitalista es impulsada para llegar hasta nuestros días. Se abre un nuevo mercado, se dan a conocer nuevos productos, se establecen zonas de producción y zonas de manufacturación, y el intercambio de materias primas y productos de lo más diverso entre los territorios. Por lo tanto, la burguesía como sociedad de base económica se ve enormemente enriquecida, aparecen los primeros bancos, se dan las primeras inversiones en las nuevas tierras.


Se expande la idea castellana de imperio unido, por el rey y por la religión. Se producen enormes cambios sociales, sobre todo en el nuevo continente.



Intercambios técnicos


Los españoles y otros europeos aportaron al que llamaban "Nuevo Mundo" (América) una serie de elementos técnicos, entre ellos: 


  • el caballo, que reavivó a las comunidades cazadoras de las praderas estadounidenses hasta el siglo XIX y las de ciertos pueblos sudamericanos: mapuches, pampeanos, etc.
  • la vid, de cuyas cepas descienden hoy las producciones vinícolas de Chile, Argentina y California.
  • el ganado vacuno, incluyendo al bravo, por lo que hoy existen corridas de toros en Perú, México, Ecuador, Colombia o Venezuela.
  • el trigo.
  • el ganado ovino.
  • la rueda como elemento de trabajo y transporte, pues algunas culturas americanas ya hacían uso de ellas en juguetes.
  • el hierro
  • las armas de fuego
  • el limón
  • el azúcar

Los españoles llevaron al que denominaban Viejo Mundo (Europa, Asia y África) otra serie productos y elementos técnicos, entre ellos:

  • el maíz
  • el tomate
  • la patata
  • la batata
  • la vainilla
  • el pimiento
  • el tabaco
  • el cacao y el chocolate
  • técnicas de entretejido textil
  • técnicas antisísimicas
  • tecnicas hidráulicas
  • el caucho ("cautchuc", impermeable en maya) y el látex


6.    Otros imperios coloniales
Además del reino de Castilla, otros países también se interesaron por las tierras americanas, las exploraron y las conquistaron. Fueron Portugal, Inglaterra, Holanda y Francia. 

Ocupación efectiva de tierras en América entre los siglos XVI-XVIII por parte de potencias Europeas.

6.1.    El Brasil portugués

Los reinos de Castilla y Portugal rivalizaron por el control de la nueva ruta a través del Atlántico. Ambas potencias firmaron el Tratado de Tordesillas, en 1494. Según este acuerdo, los territorios que quedaban al oeste de las islas de Cabo Verde pertenecían a Castilla y los que estaban al este, a Portugal. Así, Portugal puedo legalmente emprender la conquista de Brasil, ya que una punta de este territorio quedaba dentro del área portuguesa.

La carraca de Cabral, en el Livro das Armadas (Biblioteca de la Academia das Ciências de Lisboa).


En abril de 1500, una expedición comandada por Pedro Álvares Cabral, llega a la costa brasileña, tomando la tierra en nombre del Reino de Portugal. A partir de 1502, comienza la explotación de recursos naturales en los nuevos territorios. Con la construcción de puertos en la costa brasileña, el comercio atlántico portugués queda finalmente consolidado. Imponiendo un régimen esclavista, los portugueses emplearon mano de obra aborigen y africana en las explotaciones de caña de azúcar, mandioca y tabaco.
La producción azucarera cobró gran importancia a partir de mediados del siglo XVI. Portugal tuvo el monopolio de la producción azucarera hasta el siglo XVII, cuando los holandeses ocuparon la región de Pernambuco, hasta que fueron expulsados por los portugueses treinta años después. 

Imperio colonial portugués - 1415-1543.

6.2.    Las colonias inglesas en América.

En 1580 la reina Isabel I de Inglaterra concede a sir Humphrey Gilbert el derecho a poseer nuevas tierras en nombre de la Corona. Algo más tarde sir Walter Raleight llegará al norte de Florida, un territorio lleno de bosques y pantanos en posesión de los españoles. Los primeros 117 colonos desembarcaran en un islote y vivirán de forma comunitaria. Sin embargo a la vuelta de Raleight ya no quedara nadie. 


Las trece colonias que crearan los ingleses en América del Norte serán Virginia, Massachussets, Pensilvania, Connecticut, Rhode Island, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Nueva Hampshire, Maryland, Nueva Jersey, Nueva York y el Maine.

"Mayflower en el Puerto de Plymouth" por William Halsall, 1882

Los primeros colonos ingleses de América del norte fueron una mezcla de clases privilegiadas, que querían conquistar nuevas tierras para obtener riquezas y beneficios, y una serie de personas que fueron expulsadas de Inglaterra por la intolerancia religiosa, que huían de la injusticias y ansiaban libertad, que querían crear una nueva sociedad en el nuevo mundo a imagen y semejanza de la utopía de Tomas Moro. Esta dualidad, la de la riqueza fácil y la búsqueda de libertad, se mantendrá hasta nuestros días. 

La Corona para llevar a cabo la colonización creara dos compañías comerciales, la Compañía de Londres para los territorios del sur de América del Norte y la Compañía de Bristol para los territorios del norte. Se emitieron centenares de acciones a cambio de la propiedad de un terreno en las nuevas colonias.

La colonización que llevaron a cabo los ingleses en América del Norte será improvisada y desordenada. Se hará más en función de la iniciativa de los colonos que de un plan ideado por la Corona. Pero aún con este panorama se pueden establecer dos modelos. Uno que se inicia en la colonia de Virginia, donde se establecerán grandes plantaciones de tabaco, y más tarde algodón, y otro, que se da en las colonias que conformaran la región de Nueva Inglaterra, que buscaran ante todo crear una nueva sociedad autosuficiente.

La masacre indígena de 1622 o de Jamestown , dibujada por Theodore de Bry.

El nombre de Virginia, primera colonia inglesa en América, según algunas fuentes, proviene de la primera niña nacida en este territorio, Virginia Dare, otras fuentes atribuyen el nombre en honor de la reina Isabel I, la virgen. Sea como sea, en 1606, tres buques ingleses (el Sara Constant, el Godspeed y el Discovery) con 120 colonos se dirigen al continente americano y el 13 de mayo de 1607 llegan a la bahía de Chesapeake. 

Los colonos dirigidos por John Smith mantienen enfrentamientos con los indios de la tribu creek. Pero llegan a fundar la primera ciudad inglesa en el continente, Jamestown, que no es más que una iglesia, un fuerte y unas cuantas chozas. 

El objetivo de los colonos era apoderarse del oro, solo más tarde se convierten en agricultores. Estos primeros colonos eran nobles arruinados, segundones, artesanos y aventureros. En 1612 John Rolfe descubre las hojas de tabaco que sir Walter Raleigh había encontrado antes. El cultivo del tabaco será la actividad principal de la colonia y su exportación será la principal fuente de ingresos.
John Rolfe el que descubrió las hojas de tabaco y se casó con la hija de un jefe indio que se llamaba Pocahontas, en 1616 exporta a Inglaterra 2.500 libras de tabaco. En 1617 la exportación es de 20.000 libras, y en 1618 llega a 50.000 libras.

En la Jamestown del momento vivían 2.000 colonos que querían enriquecerse con el cultivo de tabaco. Sin embargo Virginia era una tierra áspera, llena de mosquitos, que no atraía ni a trabajadores ni a mujeres. Entonces es cuando recurren a la esclavitud. En 1619 llegan los primeros 120 esclavos negros. 

Brookes, barco negrero o Gineamen.

La esclavitud será el origen de los grandes latifundios y de los terratenientes que terminaran controlando la colonia. El sistema esclavista impuesto por los ingleses en América será el más cruel y numeroso de todos los desarrollados en esos territorios. La Compañía de Londres por cada colono ofrecía 50 acres de tierras, y por cada 50 esclavos ofrecía 2.500 acres de tierra. La esclavitud se abolirá en el año 1865 tras la guerra de secesión.

La esclavitud afectará también a los blancos con la figura del siervo de rescate. Estos siervos, que querían labrarse un futuro mejor en América, debían trabajar gratuitamente durante 5 años a cuenta de quién les había pagado el viaje. Este período de tiempo podía ampliarse 5 años más por mal comportamiento. La figura del siervo de rescate se abolirá en el 1700.

Virginia, gobernada por los representantes de las 11 plantaciones más importantes, ante una mala cosecha será declarada por la Corona como colonia real. Y el tabaco, fuente de ingresos de los colonos, pasará a ser monopolio real. 

Frente a este modelo de grandes plantaciones y terratenientes que se fue formando en Virginia, y que en un futuro constituirá el sur de los Estados Unidos, en el norte se irán formando una serie de colonias, en lo que se conoce como la región de Nueva Inglaterra, en donde la autosuficiencia y la creación de una nueva sociedad será lo fundamental.

Esta colonización fue llevada a cabo por unos colonos, los que luego se conocerán bajo el nombre de Padres Peregrinos, que habían dejado Inglaterra y otros países de Europa por cuestiones religiosas. La Inglaterra del siglo XVII se había separado de Roma pero la Reforma, que instauró la Iglesia Anglicana, no satisfacía a todos. Pues había personas que en lo ideológico, lo espiritual y cultural que eran calvinistas. Se les conocerá como puritanos. Estos no querían la nueva jerarquía eclesiástica porque consideraban que era una fuente de corrupción. Hubo entonces persecuciones y los disidentes optaron por irse, primero a Holanda y después a América. 

Nueva Inglaterra, constituida por Massachussets, Rhode Island, Connecticut, Nueva Hampshire y el Maine, será pues otro modelo de colonización en América del Norte.

"Peregrinos embarcados" (1857) por el pintor estadounidense Robert Walter Weir en el Museo de Brooklyn en Nueva York

El 5 de agosto de 1620 de Plymouth salen hacia América a bordo del Mayflower 102 puritanos dirigidos por el conocido John Smith. Estos colonos llevaban, aparte de los efectos personales y las armas, víveres, simientes, instrumentos de trabajo y herramientas para construir viviendas. 

El 11 de noviembre el Mayflower llega por error, pues su intención era llegar a Jamestown, a una bahía desierta y desolada, a la que llamaran Plymouth. Desde un principio celebran una asamblea y deciden que el voto de la mayoría se impondrá siempre al grupo.
Estos Padres Peregrinos, que en principio no buscaban oro, construyeron sólidas cabañas y empezaron a arar. Se contentaban con obtener de la tierra lo necesario para vivir bien. Establecen un pacto de amistad con los indios y desde entonces ese pacto será conocido como el Thanksgiving, el Día de Acción de Gracias (celebrado el cuarto jueves de noviembre). 

En 1628 llegan más colonos y se funda el emplazamiento de Salem en la bahía de Massachussets. Surgen los primeros simulacros de ciudad, pobres cabañas agrupadas alrededor a una iglesia, una escuela y una biblioteca. 

Con la creación de Boston se establecerá una ciudad que guiará a las demás. Los puritanos, que como quién dice habían sido expulsados de Inglaterra, desde un principio querían ser independientes del rey y el Parlamento. Todos podían participar en el gobierno de la colonia, todos eran miembros de ese gobierno. No existían en teoría ni ricos ni pobres. Se eligió un gobernador y luego diputados, representantes populares distribuidos en dos cámaras. 

Esta colonización de Nueva Inglaterra era ante todo de carácter religioso. Seguían llegando perseguidos y fundaban nuevas ciudades. Todos poseían armas, incluidos los niños, y en multitud de ocasiones se enfrentaron a los indios. Se establecieron pastores, que sabían de teología, literatura, filosofía y medicina. Había profesores y graduados en Oxford y Cambridge. 

Todos sabían leer porque su deber era conocer la Biblia. Así los padres educaban a sus hijos y en todas las ciudades había escuelas. Crearon también escuelas superiores donde estudiaba el latín, el griego y la filosofía. De estas escuelas pasaran a la primera universidad, Harward. Crearon una imprenta para imprimir libros de catecismo, recopilaciones de sermones, textos poéticos, relatos y odas místicas. 

Las ciudades se multiplicaron con el mismo molde social, económico y político. A Massachussets se sumaran las colonias de Maine, Nueva Hampshire, Connecticut, Rhode Island. 

Tratado de William Penn con los indios en 1683, obra de Benjamin West

En 1681 la Corona le concede a William Penn un nuevo territorio en América del Norte, la colonia de Pensilvania (la selva de Penn). William Penn se tomó las cosas en serio seleccionando a su gente y organizando científicamente la nueva colonia. El esfuerzo sería la máxima. Quería campesinos y artesanos no aventureros. Ofrecía 50 acres a cada nuevo colono, otras tierras las arrendaba o vendía. 

William Penn era un cuáquero. El término es despectivo y proviene de los juicios que se hacían en Inglaterra contra esta comunidad en los que estos (quake) temblaban. Los cuáqueros mantenían que la “luz divina ilumina a los verdaderos creyentes en su propia alma”. Esta gente negaba la culpa predestinada y rechazaban las leyes, así como la subordinación a un señor. Iban, pues, más allá del puritanismo y por eso estuvieron perseguidos en Inglaterra. Los cuáqueros eran contrarios a la violencia. La objeción de conciencia y la resistencia pasiva en nuestros días viene en parte de ellos.

William Penn (1644-1718)

William Penn tras una serie de acuerdos con los indios iroqueses creó la ciudad de Filadelfia. Los colonos llegaron a centenares. Talaron los bosques y empezaron a arar la tierra. Era una ciudad armoniosa y ordenada. Penn creó una ley de tolerancia religiosa y un orden democrático. Mantenía que “el señor da inteligencia y juicio para que los hombres se gobiernen por si solos”. Penn eligió los mejores para preparar las leyes en una asamblea numerosa. Sin embargo esta asamblea era solo consultiva, servía para confirmar sus opiniones y podía disolverla. Esto provoco descontento. Penn entonces creó una Carta de Privilegios y un Estatuto Constitucional. Filadelfia en 1683 tenía 10.000 habitantes.

William Penn no quería ni esclavitud ni siervos de rescate. Mantenía que “todos los hombres son libres y iguales”. Penn, en fin, quería una colonia con distintas razas, religiones y lenguas conviviendo juntas. 

Establecidas ya la mayoría de colonias y siendo estas autosuficientes la Corona irrumpe derogando Cartas de derechos, creando colonias reales y promulgando nuevas leyes. Es el caso de las ‘Acts of Trade and Navigation’ que establecían que todo el comercio de las colonias inglesas debía efectuarse sobre buques y puertos ingleses. Pero las leyes no eran respetadas por todos. 

Las Acts, como las leyes españolas, obligaban a los colonos a comerciar los frutos de su trabajo con la madre patria. Ellos fueron expulsados de Inglaterra y ahora desde la madre patria querían lucrarse a su costa.


6.3.    El imperio holandés 

Los Países Bajos crearon un gran imperio colonial entre los siglos XVII y XIX, Gracias a la fundación de las Compañías de las Indias Orientales y Occidentales, los barcos holandeses fundaron colonias en Asia (Ceilán, Indonesia), América (Nueva Ámsterdam, la Guayana) y Oceanía (Nueva Holanda, en la actual Australia y Nueva Zelanda).

Extensión máxima del Imperio holandés

El sistema colonial holandés se basaba en una economía de plantación para abastecer de productos tropicales a Holanda. El desarrollo del sistema de plantación en estas colonias fue tan grande, que condujo a una de las mayores concentraciones de esclavos en el siglo XVII y a una feroz lucha de los esclavos por su libertad. 

6.4.    El imperio francés 

La colonización francesa de América se inició en el siglo XVI y prosiguió hasta el siglo XVIII. La primera colonia viable de Francia en América fue la colonia de la Ciudad de Quebec, fundada por Samuel de Champlain en 1608. Francia construyó su primer imperio colonial en América del Norte, denominado Nueva Francia, el cual se extendía desde el golfo de San Lorenzo hasta las Montañas Rocosas al oeste y hasta el golfo de México por el sur. Los franceses colonizaron igualmente las Antillas: Saint-Domingue, Santa Lucía y la Dominica, así como Guadalupe y Martinica. En América del Sur, los franceses intentaron establecer tres colonias, de las cuales solo una ha sobrevivido hasta nuestros días: la Guayana Francesa.

Máxima expansión del Imperio Colonial Francés

Durante este período de colonización, los franceses fundaron varias ciudades, tales como Montreal, Quebec en Canadá; Baton Rouge, Detroit, Mobile, Nueva Orleans y San Luis, en los Estados Unidos; y Puerto Príncipe y Cabo Haitiano en Haití.

También establecieron factorías comerciales en África (Seychelles, Senegal) y en la India.